Una veintena de países se han unido al Gobierno de Estados Unidos para instar a Cuba a respetar los derechos civiles y a liberar a las personas que se encuentran retenidas tras las protestas pacíficas que se llevaron a cabo en la isla. Una de ellas es la corresponsal de ABC en Cuba, Camila Acosta, que ha sido entrevistada en exclusiva en La Noche de Dieter.
La periodista había sido liberada después de cuatro días debido a la enorme presión internacional que hubo tras conocerse su detención. Sin embargo, tal y como ha contado en esRadio, Camila ha vuelto a ser detenida "por salir y preguntar a los oficiales de seguridad del Estado el paradero del hermano de Fabio, que me ha acogido en su casa". La acusan de haber entregado una serie de vídeos de las manifestaciones del pasado día 11 de julio para su difusión, "algo que es totalmente falso y que, además, no supondría ningún delito".
A Víctor, el hermano de Fabio, "le tienen detenido e incomunicado en la sede de la seguridad cubana, Villa Marisca", donde se llevan a cabo torturas en los interrogatorios. Camila no tiene ninguna de duda de que esta detención es un método de presión a la familia de Fabio "para que me eche de su casa". También asegura que están intentando llevarla a prisión o que ella misma decida irse del país. "Yo todavía no soy libre", asegura la corresponsal, afectada por una medida de reclusión domiciliaria desde el 16 de julio, a la espera de juicio.
El sistema judicial cubano
Camila compartió celda con otras personas también detenidas por supuestamente haber participado en las manifestaciones pacíficas del 11 de julio y "pude escuchar a todas esas personas que no son delincuentes como dicen los medios oficiales cubanos". La periodista explica que "el único fin del sistema judicial cubano es escarmentar" a madres, menores de edad o personas que habían sido golpeadas en el momento de su detención.
La situación en las cárceles Cubanas es estremecedora. Camila cuenta que ella vio a jóvenes detenidos, como una chica de 16 años que tenía moratones por todo el cuerpo y que había sido detenida junto a su madre y su hermana "sin ningún tipo de explicación por parte de la policía". Por eso la corresponsal de ABC en La Habana vio su paso por la cárcel como una oportunidad para recoger testimonios y poder hablar con personas inocentes recluidas en prisión.
Rendirse no es una opción
Camila Acosta se ha convertido en un símbolo de la lucha contra el régimen cubano por su valentía y una defensa férrea de la libertad con la quiere y debe poder trabajar. A pesar de que el régimen cubano, con sus métodos de represión "quieren silenciarme, yo no les voy a dar ese gusto y voy a seguir denunciando todo". Además, confirma que va a seguir viviendo en Cuba porque "tengo derecho a seguir en mi país y luchar por un futuro libre y mejor".
La visibilidad es una necesidad para todos aquellos que en Cuba denuncian y reconocen estar en contra del sistema. Sin embargo, ir en contra de ellos supone que "van a ir contra ti siempre" porque no aceptan que haya gente que quiera vivir de otra manera o acabar con este sistema. Asimismo, Camila aclara que ha estado en contacto con miembros de su periódico, el diario ABC, y agradece la presión internacional porque "sí funciona".
Sobre el silencio del Gobierno de España que no se atreve a hablar de Cuba como una dictadura, la corresponsal asegura que "están siendo cómplices de esta dictadura" con la que no se puede negociar ni hablar. "Cuba no respeta los derechos humanos, ni la libertad de expresión, ni la de prensa. Es una dictadura, no hay dudas", concluye Camila.