En una columna publicada en Cubanet —página que según su propia definición busca "promover la prensa alternativa en Cuba e informar sobre la realidad de la isla"—, se critica duramente la posición de Black Lives Matter ante las manifestaciones contra la dictadura que comenzaron el pasado 11 de julio en diferentes ciudades de Cuba.
En una declaración a través de las redes sociales, Black Lives Matter dijo que lo que estaba ocurriendo en Cuba era responsabilidad de EEUU por su "trato inhumano" hacia la población de la isla. Agregó que se trataba de una política que tiene la intención "explícita de desestabilizar el país y socavar el derecho de los cubanos a elegir su propio gobierno", lo que a su juicio "está en el centro de la crisis actual de Cuba". A esto no se agrega ninguna referencia a las manifestaciones ni un mensaje de solidaridad con los miles de cubanos que piden libertad y mucho menos extiende una condena a la represión, acoso y persecución contra los que salieron a las calles.
El texto —titulado "Las vidas que realmente importan" y firmado por Javier Prada— señala que, desde sus inicios, BLM era supuestamente "una entidad sin fines de lucro (…) que trascendía el tema racial para incluir también en sus premisas a la generalidad de ciudadanos desclasados, marginados y violentados en sus derechos", una situación que justamente ocurre en Cuba ante la brutal represión del régimen encabezado por Miguel Díaz-Canel, que ha dejado cientos de detenidos y desaparecidos.
Además, recuerda que después de lo ocurrido George Floyd, "cubanos de todas las razas se solidarizaron (…) aunque muchos de ellos jamás habían alzado la voz ni colocado un post en redes sociales para denunciar la violencia de los policías cubanos contra ciudadanos negros". Incluso apunta que eso ni siquiera ocurrió "cuando dos uniformados le dispararon por la espalda al joven Hansel Hernández Galiano".
Para Prada, la declaración de BLM ante lo que ocurre en Cuba "cubrirá para siempre de vergüenza a la dirigencia del movimiento" ya que "sus voceros se han acogido al discurso de la dictadura cubana, culpando exclusivamente al embargo de Estados Unidos (…) despojando al castrismo de toda responsabilidad tras 62 años de fallida gestión". Al parecer no eran negros, ni gente humilde, los que tomaron las calles en tantos municipios de la capital. No eran negros los que caminaron clamando libertad por las calles derruidas de La Cuevita, uno de los barrios más pobres, habitado por cubanos de todas las razas, pero predominantemente por negros y mulatos.
Cree que "con su pronunciamiento, la actual dirigencia de BLM ha traicionado sus principios" y subraya que "es evidente que su agenda ha sido puramente política, y que lejos de ser un movimiento progresista, se ha convertido en un vivero de doctrinas muy peligrosas para la democracia estadounidense". Asimismo, sentencia que "en apenas ocho años pasó de ser un movimiento social a un negocio muy lucrativo, con sus nuevos líderes dedicados a avivar resentimientos entre ciudadanos de distintas razas y comprar mansiones para pensar con comodidad en la próxima campaña", algo que ya se informó desde Libertad Digital.
Para terminar, Prada dice que "el actual Black Lives Matter ha mostrado una cara muy lamentable. Los cubanos de bien jamás olvidarán su posición antipopular y antidemocrática, descaradamente favorable a la supremacía blanca de un régimen dictatorial que ha secuestrado esta Isla y castigado sin piedad a sus hijos".