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Los miedos del dictador Daniel Ortega y sus intentos de demoler a la oposición política y civil

El gobierno nicaragüense reafirma su carácter autoritario con un régimen de persecución y acoso contra opositores.

Fuerzas de seguridad sandinistas acosan a opositores. | EFE

Daniel Ortega sigue su camino para consolidar su régimen en base al constante acoso contra una oposición que ve como gran parte de sus precandidatos a las elecciones presidenciales, empresarios y periodistas han sido detenidos y enjuiciados, o en otros casos se han visto obligados a salir del país. Uno de los grandes miedos del régimen de Ortega y Rosario Murillo —esposa y vicepresidenta del sandinista— es llegar a la jornada electoral del 7 de noviembre con un gran riesgo de perder el poder.

El último de los políticos arrestados ha sido el líder campesino Medardo Mairena, sexto aspirante a la presidencia de la oposición detenido por las fuerzas de seguridad. Este líder campesino, que ya estuvo encarcelado por participar en manifestaciones contra el régimen sandinista, se une así a otros precandidatos como Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro y Miguel Mora, ahora investigados por supuesta traición a la patria. Pese a todo, la alianza opositora Ciudadanos por la Libertad (CxL) informó que seguirán en el proceso electoral pese a los arrestos de varios líderes opositores.

Pero el dictador Ortega no sólo teme a la oposición política. También ha mantenido su acoso contra la prensa y uno de sus principales representantes, Carlos Fernando Chamorro, hermano de Cristiana y director del diario Confidencial, se vio obligado a salir de Nicaragua para evitar ser detenido tras el allanamiento de su casa. Este martes, Chamorro señaló a través de su cuenta de Twitter que "el objetivo de Ortega no solamente es eliminar la competencia electoral (…) sino descabezar la resistencia cívica. Ha apresado a más de 20 líderes políticos, cívicos, autoconvocados, estudiantiles y campesinos".

Además de Mairena, los últimos detenidos de este martes han sido los estudiantes Lesther Alemán y Max Jérez, además de otros representantes campesinos como Pedro Mena y Freddy Navas. Alemán se encaró a Ortega en mayo de 2018 durante una mesa de diálogo entre el gobierno y la sociedad civil después de manifestaciones opositoras caracterizadas por la represión de la policía. En aquella ocasión, Alemán le dijo al sandinista que "no podemos dialogar con un asesino, porque lo que se ha cometido en este país es un genocidio y así será calificado".

Sobre la situación, Carlos Fernando Chamorro dijo también a través de Twitter que "la escalada represiva del régimen es un reflejo de la crisis terminal de la dictadura". Desde su punto de vista, "Ortega no puede gobernar el país un solo día con libertad de reunión y movilización, con libertad de prensa y de expresión, por eso pretende liquidar a la oposición".

Antonia Urrejola, presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), rechazó "la persistente persecución a personas identificadas como opositoras" y destacó el "grave deterioro de las condiciones para la realización de elecciones libres y justas". Por su parte, Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) condenó la "tiranía" del gobierno de Ortega y exigió la liberación de los detenidos.

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