Dos periodistas, obligados a salir de Nicaragua ante la brutal persecución de la dictadura

La dictadura de Daniel Ortega mantiene la presión contra opositores y periodistas independientes con decenas de detenciones, entre ellos a cinco aspirantes a la presidencia de Nicaragua en las elecciones de noviembre.

Los últimos arrestos de las fuerzas de seguridad del régimen han sido la ex primera dama y antigua diputada María Fernanda Flores, esposa del expresidente Arnoldo Alemán, y el periodista Miguel Mendoza, elevando así a 19 la cifra total de opositores detenidos durante las últimas semanas.

Esta situación ha provocado que dos importantes periodistas decidieran salir de Nicaragua, antes de que la dictadura ordene sus detenciones. Uno de ellos, Carlos Fernando Chamorro, director de un importante grupo mediático y hermano de la aspirante a la presidencia Cristiana Chamorro, quien se encuentra bajo arresto domiciliario. De hecho, este lunes su casa fue allanada por 50 policías en busca de documentación.

Ya este martes, Chamorro informó a través de su cuenta de Twitter que se había visto obligado a exiliarse: "Mi esposa Desirée Elizondo y yo salimos de Nicaragua para resguardar nuestra libertad". Además, señaló que "hacer periodismo y reportar la verdad no es un delito. Seguiré haciendo periodismo, en libertad, desde fuera de Nicaragua".

En una entrevista con la periodista Cindy Regidor, del diario El Confidencial que dirige Chamorro, dijo que "Ortega le dio un golpe de estado a las leyes de Nicaragua y acabó con las posibilidades de unas elecciones libres cuando ha encarcelado a cinco precandidatos. Aquí no hay competencia electoral, la eliminó el golpe de Estado de Daniel Ortega". Sobre la persecución, recordó que "hemos sido asaltados en dos ocasiones, nuestro medio de comunicación, por la fuerza bruta, sin presentar nunca una justificación".

Otro de los que se han visto obligados a huir de la dictadura es Sergio Marín Cornavaca, director del portal digital La Mesa Redonda, al recibir "amenazas directas" por parte de la dictadura. En palabras reveladas por su medio de comunicación, Marín señala que "estoy bajo resguardo, gracias a los consejos que me dieron no solamente en el seno de mi familia, sino amigos directos y muy queridos que me han apoyado a lo largo de estas largas jornadas de comunicación que hemos venido teniendo".

El temor de detenciones de más periodistas aumentó después del arresto del cronista deportivo Miguel Mendoza bajo la acusación de realizar actos que "menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pedir intervenciones militares, organizarse con financiamiento de potencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización".