El biólogo cubano Ariel Ruíz Urquiola, ex preso político y activista por los derechos del colectivo gay, ha arremetido en sus redes sociales contra el representante para la Política Exterior de la Unión Europea, el español Josep Borrell. Le acusa de ser "cómplice de la familia Castro y de su bufón puesto a dedo (el presidente de Cuba) Miguel Díaz-Canel".
En su opinión, "Borrell no acompaña a los cubanos, pero sí a la dictadura", ha dicho durante una retransmisión en directo a través de Facebook. Le tilda de "sinvergüenza y mentiroso" por la intervención que ha hecho en el pleno del Parlamento Europeo sobre el actual acuerdo de diálogo y cooperación entre la UE y Cuba.
Durante su alocución, Borrell hizo referencia a la "belleza de la calle" Obispo, de la Habana Vieja. A lo que Urquiola contesta: "El grueso de los cubanos que la han podido transitar es simplemente desde afuera, desde la acera, mirar a través de una vitrina (...) porque no tenemos ese dinero para poderlo hacer (comprar), ya seas una persona con un oficio menor o un doctor en ciencias".
El activista también le ha recordado al político español que muy cerca de esa calle verá "que todos los balcones están destruidos, allí se mueren las personas por accidentes que pudieron ser evitables". Urquiola insiste en que resulta "complaciente decir que están sosteniendo diálogos con esas organizaciones represoras". Por eso, le advierte, "nunca vas a poder mirar al pueblo de Cuba cuando sea libre, porque te va a acusar con la mirada".
El acuerdo con Cuba
Así respondía el ex preso político cubano a la entrada en vigor del acuerdo de diálogo político y cooperación con la Unión Europea (UE), a pesar de que —como ha quedado patente este jueves, en en el pleno del Parlamento Europeo— "no ha registrado avances concretos desde hace más de tres años en relación con los principios y objetivos generales que persigue el acuerdo".
En la resolución, que salió adelante con 386 votos a favor, 236 en contra y 59 abstenciones, los eurodiputados reconocen que no se han producido los avances esperados desde la aplicación del primer acuerdo bilateral entre La Habana y el bloque comunitario, en noviembre de 2017. En concreto, "en materia de mejora de la situación de los derechos humanos, las libertades fundamentales y las condiciones económicas y sociales de los ciudadanos cubanos".
Borrell, en un debate parlamentario previo a la votación de la resolución, defendió el acuerdo de asociación política y cooperación con Cuba. "Nos ha proporcionado un marco estable para un diálogo político regular que antes no existía", recalcó entonces, agregando que el pacto les permite cooperar y "apoyar el proceso de modernización y reformas en Cuba".