Son 18 los candidatos presidenciales que el próximo 11 de abril se enfrentarán en las elecciones generales en Perú, sin que ninguno de ellos se haya acercado al 20% de la intención de voto. Esto ha provocado mucha incertidumbre entre los electores, ahora mismo más preocupados por la pandemia y a la espera de las ansiadas vacunas.
Una de las grandes dificultades para este proceso electoral es la situación de los contagios, que ha experimentado un importante incremento en estas semanas, en plena segunda ola. Hasta este martes, los datos oficiales apuntaban a casi 52.000 muertos, una cifra que otros registros duplican, mientras que los contagios han promediado los 5.000 en los últimos días.
Además de esto, la crisis económica arrecia en especial entre los sectores más necesitados, y el Gobierno interino, encabezado por el presidente Francisco Sagasti, no logra calmar los ánimos, en especial por un proceso de vacunación algo más lento que el resto de los países de la región: por el momento se ha superado ya los 550.000 vacunados, gran parte de ellos miembros de los servicios sanitarios y de las fuerzas de seguridad, además de adultos mayores de 85 años.
Desde el punto de vista político, no hay ningún candidato que se haya asegurado llegar a una segunda vuelta. Por un lado, muchos intentan posicionarse en el centro, ante la presencia de algunos candidatos que levantan ciertas oposiciones, en especial Verónika Mendoza, que encarna una izquierda muy cercana a personajes como Evo Morales, Nicolás Maduro o Lula da Silva.
Uno de los que ha estado primero en los últimos sondeos es Yonhy Lescano, miembro de Acción Popular, un partido que ha gobernado en tres oportunidades pero que últimamente fue señalado como uno de los que más ha desestabilizado el panorama político. Lo que está claro es que eso no le ha impedido liderar casi todas las encuestas.
También aparece Rafael López Aliaga, un empresario que tuvo cierta presencia en procesos electorales pasados, aunque ninguno como candidato presidencial, y que intenta representar a un sector alejado de los políticos tradicionales. Ha tenido un importante protagonismo en las últimas encuestas, con varias entrevistas y declaraciones polémicas. El nombre de "Cerdito Porky" que le dio en un principio las redes sociales –tomado del personaje animado de Warner– lo ha aprovechado para ganar popularidad, a tal punto que incluso lo ha imitado al final de alguna entrevista con el tradicional "esto es todo, amigos".
Por lo demás, Keiko Fujimori insistirá por tercera vez llegar a la presidencia, después de perder en 2006 y 2011. Su gran problema es que el antivoto que genera en Perú supera ya el 50%, además de sus problemas judiciales: hace dos semanas, la Fiscalía pidió 30 años de prisión para ella acusada de delitos de crimen organizado, lavado de activos y obstrucción a la justicia. Con todo esto, ninguna de las últimas encuestas le da posibilidad de pasar a la segunda vuelta. Sin embargo, tampoco nadie se atreve a descartarla.