Nicolás Maduro nos ha regalado un nuevo episodio curioso. El pasado lunes, el chavista cumplió 58 años y lo celebró con un acto en el Palacio presidencial de Miraflores, en Caracas. En el momento final de la ceremonia, intentó apagar varias veces las velas, sin éxito, mientras su esposa Cilia Flores parecía advertirle algo. Tal vez, quería informarle que tenía puesta la mascarilla. Al final, optó por apagar las velas con sus dedos.
Consciente de lo que había ocurrido, Maduro buscó tapar el ridículo que había hecho frente a sus invitados y a todo el país, ya que el acto fue transmitido a través de la cadena pública Venezolana de Televisión. Dijo que "quiere decir que este tapabocas funciona" y agregó que "no es que ya ni soplo... Claro que soplo".
Como era de esperar, esto generó muchos comentarios a través de las redes sociales, aunque además de las burlas, también fue criticado por organizar una celebración en plena pandemia que en Venezuela ya ha dejado casi 900 fallecidos y más de 100.000 contagiados, según cifras oficiales.