Francisco Sagasti, del Partido Morado, de tendencia centro-liberal, será el próximo presidente de Perú y asumirá el vacío dejado tras la dimisión de Manuel Merino en medio de una grave crisis política y social que llevó a masivas protestas ciudadanas en su país.
Sagasti, de 76 años, fue elegido por el Congreso para presidir su mesa directiva y, en consecuencia, asumirá el proceso de sucesión presidencial establecido en la Constitución, que establece que el titular de ese poder del Estado asume la presidencia cuando no hay un mandatario.
La votación en favor de la lista dirigida por Sagasti –presidencia y las tres vicepresidencias de la Mesa– fue de 97 votos a favor y 26 en contra, y con ella finalmente se abre un camino de salida a la crisis política, de legitimidad y de violencia represiva que se desató en Perú a raíz de la destitución hace una semana de Martín Vizcarra. En el momento en que Sagasti jure la presidencia interina de la República, cosa que ocurrirá este martes, el Congreso quedará en manos de la diputada izquierdista Mirtha Vázquez.
#PlenoVirtual aprueba, con 97 votos a favor, la nueva Mesa Directiva del Congreso para el periodo 2020-2021, presidida por el parlamentario Francisco Sagasti Hochhausler. pic.twitter.com/l3YQqgtKzV
— Congreso del Perú (@congresoperu) November 16, 2020
Sagasti es una figura de relativo consenso, bien visto tanto por la izquierda y la derecha, y con un perfil que puede ayudar a tranquilizar a una ciudadanía hastiada con los manejos políticos y los intereses subalternos evidenciados por los partidos que impusieron la destitución de Vizcarra y la asunción de Merino.
El político, ingeniero de profesión y quien trabajó durante varios años como consejero técnico en el Banco Mundial, tendrá aparentemente más facilidades que su predecesor para conformar un gabinete de "ancha base" que asegure la celebración de las elecciones generales de 2021 y una transición pacífica del poder en julio.
Camino complicado hacia el consenso
Esta elección de Sagasti, sin embargo, no fue fácil y llegó tras un intento fallido en la noche del domingo, en la que otra lista, en esta ocasión liderada por la diputada de izquierdas Rocío Silva Santisteban y que lo tenía a él como primer vicepresidente, fuera rechazada por los congresistas.
Esa lista, que hubiera supuesto que por primera vez en la historia una mujer asumiera la presidencia del Perú, entró a votación tras haber sido consensuada por los portavoces de los partidos. Sin embargo, en un acto que Sagasti calificó como "traición", muchos de los votos prometidos no llegaron, lo que forzó una nueva jornada de negociación entre los congresistas.
Mientras, tanto la presidencia de la República como la presidencia del Congreso quedaron vacantes y dos de los tres poderes del Estado peruanos inoperativos, en el contexto de una crisis social y política sin precedentes que se suma al drama económico y sanitario causado por la covid-19.
Primeras palabras
"Hoy no es un día de celebración, porque hemos visto la muerte de dos jóvenes en protesta", declaró Sagasti tras su nombramiento, y aseguró que el Congreso y el Gobierno deben adoptar "las acciones que sean necesarias" para que no haya represión policial violenta en las manifestaciones pacíficas.
"No bastó la pandemia, la crisis económica, los problemas de inseguridad, tuvimos que esperar la muerte de dos jóvenes para que (...) nos motive a trabajar de una manera más decidida y lograr un desarrollo más justo y equitativo", dijo.
"Hoy no es un día de celebración, porque hemos visto la muerte de dos jóvenes en protestas expresando sus puntos de vista", presidente del Congreso, Francisco Sagasti Hochhausler. #PlenoVirtual pic.twitter.com/Va5YhIXvTn
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