"Estoy aquí porque creo en ustedes. Ustedes están aquí porque creen en Brasil", manifestó Jair Bolsonaro sobre una camioneta, en un repetitivo discurso en el que volvió a insistir sobre la lucha contra "la vieja política" y en el espíritu "patriótico" de los brasileños.
El presidente se pronunció en Brasilia ante cientos de simpatizantes que después de participar en una caravana de coches se congregaron en las afueras del Cuartel General del Ejército para manifestarse a favor de una intervención militar, encabezada por el mandatario, en los poderes Legislativo y Judicial.
Sin usar mascarilla ni guantes, pero evitando un contacto físico directo, como sí ocurrió la víspera durante otra manifestación a su favor frente al presidencial Palacio de Planalto, cuando bajó la rampa y saludó con la mano a simpatizantes, Bolsonaro no hizo nada por dispersar la aglomeración y, al contrario, incitó el tumulto.
El gobernante, quien ya tuvo sospechas descartadas de haber sido contagiado por la Covid-19 durante un viaje a comienzos de marzo a Estados Unidos, tosió reiteradas veces este domingo sin tomar precauciones y muy cerca de las personas que lo acompañaban, como asesores, diputados y escoltas.
"Ahora está el pueblo en el poder y no queremos negociar nada", enfatizó el mandatario, quien reiteradamente ha ignorado las recomendaciones sanitarias para tomar cuidados durante la pandemia y al comienzo de la misma llegó a calificar el coronavirus como una "gripecita" y un "resfriadito".
Después, el jefe de Estado se mostró contrario a las cuarentenas obligatorias y horizontales impuestas por estados como el de Sao Paulo, el más poblado del país y que con 46 millones de habitantes concentra casi la mitad de las 2.462 muertes reportadas, y defiende un aislamiento vertical solo para la población en riesgo.
Esa iniciativa lo distanció de su anterior ministro de Salud, el diputado y pediatra Luiz Henrique Mandetta, de gran aceptación por la mayoría de personas según las encuestas y que gozaba del apoyo de algunos sectores de la oposición, al que terminó dimitiendo esta semana y en su cargo situó al oncólogo Nelson Teich.