El Ministerio de Exteriores restó este sábado importancia a lo ocurrido el viernes en la residencia de la embajadora mexicana en Bolivia, cuando diplomáticos españoles se vieron envueltos en un oscuro incidente y bajo la sospecha de querer evacuar a los ex altos cargos del gobierno de Morales que pidieron asilo a México y que están alojados allí, entre ellos el ex ministro del Interior Juan Ramón Quintana.
Según Exteriores, se trató de una mera visita de cortesía a la embajadora mexicana y no había intención de sacar de la residencia a los altos cargos de Morales, acusados de delitos de terrorismo, entre otros, como sospecha el gobierno boliviano. A la espera de las explicaciones de Margarita Robles, que han exigido ya PP y Vox, y que se producirán en el Congreso, hay muchas incógnitas en torno a este caso. A ellas se ha referido, en una entrevista en Sin Complejos, el ex diplomático Fernando Arias Salgado.
¿Se trató de una visita de cortesía, como defiende el Gobierno? Según El País, dicha visita de cortesía fue solicitada "por una vía informal" el pasado jueves por parte de la embajadora mexicana, María Teresa Mercado. La encargada de negocios de España en Bolivia, Cristina Borreguero, acudió a la cita el viernes a primera hora junto al cónsul, Álvaro Fernández. El diario de Prisa sostiene que Robles no tenía conocimiento de la visita. Sin embargo, Arias Salgado considera que los encargados de negocios, a cargo de las labores administrativas de la embajada en ausencia del embajador, "no se mueven sin instrucciones o indicaciones del ministerio de Asuntos Exteriores". "Somos una carrera jerarquizada y la iniciativa personal en la diplomacia es muy dudosa. Siempre se consulta qué es lo que se debe hacer, es una garantía de unidad de acción en el exterior".
Lo cierto es que la visita se producía en medio de las tensiones entre Bolivia y México, donde se encuentra acogido el ex presidente Evo Morales, tras su forzada renuncia entre acusaciones de fraude. La residencia de la embajadora está fuertemente custodiada por policía boliviana.
En cuanto al hecho de que la visita de Borreguero a la residencia se etiquete de "visita de cortesía", Arias Salgado ha señalado que las visitas de cortesía "son una función ordinaria cuando alguien llega destinado al país". En el caso de Borreguero, que llevaba seis meses en La Paz, el encuentro podría entrar "en ese plazo", pero también ha avisado de que "el lenguaje diplomático es muy hábil" para etiquetar "situaciones singulares".