Apenas dos días después de que asumiera Alberto Fernández como presidente de Argentina, Evo Morales llegó al aeropuerto bonaerense de Ezeiza. "Hace un mes llegué a México, país hermano que nos salvó la vida, estaba triste y destrozado. Ahora arribé a Argentina, para seguir luchando por los más humildes y para unir a la #PatriaGrande", escribió Morales en un mensaje de Twitter.
La confirmación de la llegada de Morales la dio el ministro de Exteriores argentino, Felipe Solá. Informó de que el expresidente boliviano, que estaba en Cuba desde la semana para una consulta médica, llegó este jueves a Argentina: "Viene para quedarse en Argentina, supongo". Además, detalló que llegó acompañado de otras cuatro personas, entre ellas quien fuera su vicepresidente, Álvaro García Linera y el excanciller Diego Pari.
El ministro argentino señaló que estos piden asilo para entrar en el país, "pero ellos están firmando, a la hora de entrar, el pedido de refugio, que es una condición diferente. Cesa la condición de asilo en cuanto tengan la condición de refugiados". La Comisión Nacional para los Refugiados, dependiente del Ministerio del Interior, deberá determinar si acepta dar ese estatus, aunque el ministro adelantó que será aceptado y que "desde el momento que se pide", quedarán liberados de "cualquier posibilidad de extradición".
El canciller advirtió que el Ejecutivo argentino no quiere que Morales –que fue nombrado por su formación política, el Movimiento al Socialismo (MAS), jefe de campaña para las nuevas elecciones en el país para 2020– ni el resto de su equipo "usen" Argentina para hacer política y hagan "declaraciones públicas" de campaña.
"Sí, él se siente mejor acá que en México, porque además sus dos hijos están acá", argumentó Solá. El canciller recordó que "hace un mes y pico" Morales pidió asilo a Argentina y el presidente Macri "no se lo concedió". De esta manera, se confirma el cambio en la dirección de la política exterior argentina.
"Si no nos ocupábamos de él rápidamente podía correr peligro su vida, y si corría peligro su vida, además de vida humana, iba a correr sangre en Bolivia, en nuestra opinión también", subrayó Solá, quien avanzó que por el momento no está prevista una reunión de Fernández con Morales.