El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró que los resultados del recuento realizado hasta ahora por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ya le permiten cantar victoria. "Ganamos en la primera vuelta", proclamó en una comparecencia ante los medios en la que insistió en su tesis del "golpe de Estado".
Morales celebró la "buena noticia" que le ofrecerían los datos, según los cuales la candidatura del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) aventaja en más de diez puntos a la del opositor Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana. El último recuento conocido concede a Morales el 46,8% de los sufragios, frente al 36,7% de Mesa.
Morales admitió que "no es oficial" aún la victoria y que faltan por contar "unos 120.000 votos", pero consideró insalvable la diferencia e instó a sus rivales a asumir la derrota. De no hacerlo, agregó, estarían desconociendo "el voto de los más humildes, de los indígenas", lo que catalogó como "una forma de racismo".
Sin embargo, sugirió que también estaría dispuesto a aceptar un vuelco de los datos a última hora. "Si el resultado final dice que vaya a segunda vuelta, vamos a ir", dijo, sobre una posibilidad que incluso valoró positivamente por entender que entonces "todos se van a juntar".
Sobre la dimisión del vicepresidente del TSE, Antonio Costas, que renunció al cargo por su discrepancia con la interrupción del recuento de votos de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) -detonante de las quejas de la oposición-, Morales aseguró que se trata de "un problema interno" dentro de la institución.
El presidente, que tachó a Mesa de "criminal" y "cobarde", retó a la oposición a presentar pruebas del presunto "fraude" e instó a todos los actores, tanto de dentro como de fuera del país, a "respetar la Constitución"; un mensaje que extendió especialmente a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a su misión de observación.
La misión electoral de la OEA recomendó que se celebre una segunda vuelta de las elecciones presidenciales que tuvieron lugar el domingo, independientemente de los datos del TSE. Morales abrió la puerta a una auditoría, pero criticó que se emitan este tipo de opiniones "antes de que termine el cómputo oficial".