Durante un acto en la ciudad de Parnaíba, en el estado de Piauí (noreste de Brasil), el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reiteró su oposición a que los candidatos representantes del kirchnerismo regresen al poder en Argentina. Alertó de que, con los resultados cosechados en las recientes primarias de cara a los comicios generales de octubre, en los que ganó la opción compuesta por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, Argentina está comenzando a seguir los pasos de Venezuela.
"Miren lo que está pasando en Argentina ahora. Argentina se está hundiendo en el caos. Argentina comienza a seguir el rumbo de Venezuela porque en las primarias los bandidos de izquierda comenzaron a volver al poder", dijo.
Bolsonaro ha apoyado en repetidas ocasiones la reelección de Mauricio Macri y ha advertido de las posibles consecuencias, que, según él, puede tener la vuelta al poder de la izquierda en Argentina, lanzando fuertes críticas a la figura de Cristina Fernández, quien gobernó de 2007 a 2015.
El día de las primarias, tras conocerse los resultados preliminares, no ocultó su descontento y señaló que, de ganar Alberto Fernández la presidencia en Argentina, se podría producir un éxodo de ciudadanos de ese país hacia Brasil. "¡Pueblo gaucho! Si esa izquierda vuelve a Argentina, podemos tener sí, en Río Grande do Sul, un nuevo estado de Roraima (norte de Brasil y fronterizo con Venezuela) y no queremos eso, hermanos argentinos huyendo para aquí", declaró Bolsonaro.
Los resultados del candidato peronista han sido aplaudidos por los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción, y Dilma Rousseff, ambos del Partido de los Trabajadores (PT). Para Lula, el triunfo de Fernández fue "impresionante" y, para Rousseff, representa "una luz al final del túnel para el pueblo argentino y para América Latina y un enorme aliento para todos los que luchamos por la democracia".