Organismos internacionales y numerosos gobiernos se unieron a la oposición venezolana para expresarse en contra del segundo mandato de Nicolás Maduro, quien cada vez está más aislado y pierde apoyo regional.
Maduro juró un nuevo período presidencial (2019-2025) con una tormenta de críticas y la ruptura de relaciones diplomáticas debido a la situación del país, sumido en la peor crisis económica de su historia. La oposición venezolana y numerosos Gobiernos no reconocen el resultado de las elecciones de mayo pasado y cuestionan su legitimidad.
El Parlamento de Venezuela, de mayoría opositora, reiteró que no reconoce la legitimidad del nuevo Gobierno. "Venezuela tiene un Gobierno de facto, que no fue electo por el voto, sino que secuestró el Estado para beneficio propio", dijo el presidente de la Cámara, Juan Guaidó.
EEUU tampoco reconoció la "toma de posesión ilegítima de la dictadura" de Maduro y mantendrá su presión sobre ese "régimen corrupto", afirmó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton. Canadá calificó de "dictatorial" el Gobierno de Maduro y solicitó que "ceda el poder inmediatamente" para que se celebren nuevas elecciones.
El mandatario de Paraguay, Mario Abdo Benítez, anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela y el cierre de la Embajada paraguaya en Caracas. Brasil confirmó su "compromiso de continuar trabajando para la restauración de la democracia y del Estado de Derecho en Venezuela" y que "seguirá coordinándose con todos los actores comprometidos con la libertad del pueblo venezolano".
La Cancillería de Perú anunció que ha llamado a consultas a Lima a la encargada de Negocios de la Embajada peruana en Venezuela, Rosa Álvarez, al iniciarse el "ilegítimo" período presidencial. El gobernante de Argentina, Mauricio Macri, reiteró que Venezuela vive "bajo una dictadura" y aseveró que Maduro es el "victimario", por lo que anunció sanciones financieras y contra funcionarios "de alto nivel" de ese país.
El presidente colombiano, Iván Duque, también hizo un llamado a la comunidad internacional para "cercar diplomáticamente la dictadura" de Venezuela y aseguró que la Asamblea Nacional de ese país debe ser validada como el "verdadero representante del pueblo venezolano". El canciller de Ecuador, José Valencia, reiteró que su país mantiene sin cambio las relaciones diplomáticas con Venezuela, a pesar de no haber enviado una delegación oficial a la cita.
El mandatario chileno, Sebastián Piñera, invocó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a "abordar" la crisis y adelantó que seguirán "aportando antecedentes para el examen preliminar que está llevando a cabo la Corte Penal Internacional sobre la comisión de posibles crímenes de lesa humanidad en Venezuela".
"Todas las opciones están sobre la mesa. Yo creo que estos temas son temas delicados y que es importante no apresurarse (...). Nos mantendremos vigilantes de la evolución de la situación", indicó la vicepresidenta y canciller panameña, Isabel de Saint Malo.
La ONU aseguró que va a seguir trabajando con el Gobierno de Venezuela durante el segundo mandato de Maduro y recalcó que no es su tarea reconocer o no a jefes de Estado. En cambio, la Unión Europea (UE) se sumó al Grupo de Lima, un bloque conformado por 14 países de América (a excepción de México que no firmó la declaración), en su repudio a la investidura de Maduro.
La OEA acordó "no reconocer la legitimidad" del mandato de Maduro y llamó a que se celebren nuevos comicios "en una fecha cercana" con observación internacional. La decisión se tomó tras una resolución presentada por Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, EEUU, Perú y Paraguay durante una reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA. La iniciativa logró 19 votos a favor, 6 en contra, 8 abstenciones y una ausencia, y será transmitida "inmediatamente" a la Secretaría General de las Naciones Unidas.