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Incómoda llegada de Macron a Buenos Aires para el G20: solo lo recibieron los operarios de pista

El presidente francés sufrió un momento incómodo al llegar a Buenos Aires y comprobar que nadie lo esperaba. La vicepresidenta llegó poco después.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, acompañado de su esposa Brigitte, llegó a Buenos Aires para participar el viernes y sábado de la reunión de mandatarios de los países del G20.

Sin embargo, la anécdota llegó cuando al abrirse la puerta de su avión oficial, Macron notó que no había representantes argentinos como parte del protocolo de recepción. El francés sólo atinó a saludar –tanto en la puerta del avión como después de bajar la escalinata– a operarios y personal de seguridad del aeropuerto de Ezeiza, algunos vestidos con un "chaleco amarillo", paradójicamente, el nombre que reciben los que protestan en Francia contra el incremento de los impuestos en el combustible.

El francés intentó sobrellevar el momento y siguió caminando por la alfombra roja que lo llevó hasta su coche oficial. Pocos segundos después llegó la vicepresidenta argentina Gabriela Michetti, quien se disculpó y explicó que aunque había llegado con anticipación, no había sido autorizada para acercarse al avión por medidas de seguridad.

Primeras visitas

Superado el momento incómodo, Macron siguió con sus actividades en Buenos Airres. Este jueves visitó la Fundación Borges en Buenos Aires, y mantuvo un encuentro con María Kodama, la viuda del escritor, al que el mandatario se refirió como su "puerta de entrada hacia un imaginario sudamericano".

Desde el Elíseo publicaron una fotografía del matrimonio presidencial francés, y añadieron: "Encuentro con María Kodama. Vivió junto al gran escritor argentino de lo universal: Borges". Además, en sus redes sociales el presidente francés relató: "Como joven europeo, Borges fue para mí una puerta de entrada hacia un imaginario sudamericano a través de la ficción".

"Me parecía extraordinario que hubiera un hombre que se deslizaba hacia la ceguera en una biblioteca de Buenos Aires y que conseguía recapitular aquello que su educación anglosajona le había enseñado sabiendo pasearse por el budismo, describiendo las guerras en los mares de China...", prosiguió Macron. El mandatario galo concluyó que "Borges es una sensibilidad personal que entra en sintonía con el destino del pueblo argentino y le hace alcanzar la universalidad".

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