Más de 22.000 efectivos compondrán el dispositivo de seguridad que Argentina pondrá al servicio de la cumbre del G20 que tendrá lugar en Buenos Aires durante los próximos viernes y sábado.
Más de 13.000 de los integrantes del dispositivo pertenecen a los distintos cuerpos federales del país: Gendarmería aporta 5.000, seguidos por la Policía Federal (4.000), Prefectura Naval (2.600) y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (1.800). El resto, unos 9.000 agentes, correrán a cargo de las autoridades locales y bonaerenses que ayudarán en la organización de tres anillos de seguridad en torno a los lugares de mayor actividad. Además, las delegaciones de los diferentes países aportarán sus propios efectivos para completar el dispositivo encargado de salvaguardar la seguridad de los más de 10.000 participantes en la cumbre.
La sede para esta edición será el Centro Costa Salguero, ubicado en el barrio de Palermo y sobre el cual se desplegará un radio de 45 kilómetros en el que habrá restricción de vuelos y se habilitará el derribo de aeronaves. Los aviones de los mandatarios operarán en el Aeroparque Jorge Newbery, ubicado a menos de 3 kilómetros de la sede de la cumbre, mientras que los aeropuertos de El Palomar, Morón y San Fernando suspenderán su actividad, dejando a la terminal de Ezeiza como la única que mantendrá su servicio comercial de pasajeros.
Primera llegada polémica
Este miércoles arribó a la capital argentina la delegación saudí, la primera en llegar, encabezada por el príncipe Mohamed bin Salmán, quien fue recibido a su llegada al Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini por el ministro argentino de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie.
A través de las calles cortadas al tráfico de la ciudad, el mandatario saudí y el resto de la delegación se dirigieron a la embajada del país asiático, donde se hospedarán durante su estancia en Argentina.
Bin Salmán llega en medio de la polémica generada a su alrededor debido al asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul, el pasado 2 de octubre, un caso con el que le relacionan países como Turquía y la inteligencia estadounidense.
Además, la organización internacional Human Rights Watch presentó el pasado lunes una denuncia ante la Justicia argentina en la que piden que investigue al príncipe saudí por presuntas violaciones del derecho internacional cometidas durante el conflicto armado en Yemen.