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Brutal ataque del Gobierno de Nicaragua contra una comunidad indígena

Continúa la represión del régimen de Daniel Ortega. Habitantes de Masaya denuncian el asedio a la ciudad.

Entierro de un joven muerto en las protestas de los últimos días en Masaya | EFE

El Gobierno de Nicaragua lanzó este martes un fuerte ataque contra la comunidad indígena de Monimbó, al sur de Masaya, al oeste del país, una de las que mayor resistencia ha opuesto al presidente Daniel Ortega. Integrantes del Movimiento 19 de Abril Masaya denunciaron que miles de integrantes de las "fuerzas combinadas" del Gobierno establecieron un cerco para impedir cualquier tipo de ayuda a la población, con las carreteras cortadas en distancias de hasta 15 kilómetros.

"Oren por nosotros", pidió el líder del Movimiento, Yubrank Suazo, en sus redes sociales. "Estamos cercados", compartió otro integrante de la organización comunitaria. "Solicitan corredor humano para los heridos y las ambulancias. ¡Balas llegan hasta la iglesia parroquial!", urgió el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, en su cuenta en Twitter.

Los habitantes de Masaya compartieron en sus redes sociales fotografías, vídeos y audio de los ataques, en los que se observan policías y hombres encapuchados fuertemente armados disparando, así como maquinaria pesada destruyendo las barricadas que los manifestantes habían erigido para defenderse de las "fuerzas combinadas".

El cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, llamó a los vecinos a refugiarse en lugares seguros ante la violencia gubernamental. "Mis buenos Hijos, hombres y mujeres de buena voluntad: Ante el acoso armado que en este momento está sufriendo la ciudad de Masaya, exhorto a la población de esta amada ciudad a resguardarse en sus hogares o lugares seguros para evitar una muerte más", dijo Brenes, en un mensaje emitido por la Archidiócesis de Managua.

La iglesia Católica ha tenido un papel determinante en la crisis de Nicaragua, ya que el clero ha caminado literalmente entre las balas en más de una ocasión para salvar decenas de vidas en diversas ciudades que han recibido ataques, incluyendo Masaya en dos ocasiones.

Nicaragua atraviesa la crisis más sangrienta desde la década de 1980, también con Ortega siendo presidente. Las protestas se iniciaron el 18 de abril, por unas fallidas reformas de la seguridad social que llevaron a miles de personas a la calle para exigir la renuncia del mandatario después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra. La represión ha provocado ya más de 350 muertos.

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