Lula se atrinchera en un sindicato para no entrar en prisión por corrupción
El Tribunal Superior de Justicia ha rechazado la solicitud de habeas corpus presentado por el expresidente brasileño.
El expresidente de Brasil, Lula da Silva, permanece atrincherado en la sede de un sindicato metalúrgico sin entregarse a la policía para ingresar en prisión y empezar a cumplir su condena de 12 años por corrupción y lavado de dinero.
Tras haber sobrepasado el plazo que le dio el juez Sergio Moro para presentarse ante las autoridades, Lula ha asegurado que se entregará tras una misa que se oficiará en São Bernardo do Campo, en Sao Paulo, en homenaje a la ex primera dama Marisa Letícia, difunta esposa del propio Lula. Lula se reunió a última hora de la noche con aliados políticos y abogados para concretar los detalles de su entrega, según informa el diario brasileño Folha de Sao Paulo.
Lula permanece dentro de la sede del Sindicato Metalúrgico ABC, en Sao Bernardo do Campo, en cuyos alrededores permanecen cientos de seguidores que han acudido a expresarle su apoyo después de que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) rechazase el viernes el habeas corpus presentado horas antes por el exmandatario, en un último intento por evitar su inminente ingreso en prisión.
La entrada en prisión de Lula es inevitable desde el miércoles, cuando el Tribunal Supremo Federal (STF) rechazó, por seis votos frente a cinco, un primer 'habeas corpus' con el que Lula pretendía eludir su encarcelamiento, alegando que debía permanecer en libertad hasta que agotara todos los recursos posibles contra la sentencia condenatoria.
Lula ha abierto además una nueva vía al solicitar al Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que vigila el Pacto Internacional de Derechos Políticos y Civiles, que pida al Gobierno brasileño que suspenda su entrada en prisión hasta que haya sido escuchado en todas las instancias judiciales posibles.
Moro, que fue quien condenó a Lula en primera instancia, ha dado de plazo al líder izquierdista hasta las 17.00 (hora local) de este viernes para entregarse voluntariamente a la Policía Federal de Curitiba (Paraná). Lula ya había avanzado que no lo haría.
En este contexto, la Secretaría de Seguridad Pública y Administración Penitenciaria de Paraná ha indicado que, si bien no hay un protocolo especial para la detención de Lula, "la Policía Militar está plenamente preparada, como siempre, para actuar de forma eficiente y profesional ante eventuales manifestaciones".
Lula ha sido condenado por el juez federal y por un tribunal regional (en segunda instancia) a doce años de cárcel por los delitos de corrupción pasiva y blanqueo de capitales por aceptar un tríplex de lujo en Sao Paulo como pago de la constructora OAS por sus favores políticos.
El ex dirigente sindical ha agotado prácticamente la segunda instancia y solo le queda acudir a los altos tribunales (el STF y el STJ) para revertir la condena. Una vez firme, la sentencia impedirá que pueda competir en las elecciones presidenciales del 7 de octubre.
Hasta entonces, Lula podrá intentar inscribirse y, en caso de que no se lo permitan, podrá acudir al Tribunal Electoral para que decida. Si consiguiera finalmente el estatus de candidato, el proceso judicial seguiría su curso. Y, si finalmente la Justicia da la razón a Moro, los votos que haya recibido serán anulados.
IU y Podemos defienden a Silva
Podemos ha expresado su "más absoluta condena y rechazo" a la decisión de la Justicia brasileña de enviar a prisión al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que achaca a un intento de las "élites brasileñas" de evitar que el el Partido de los Trabajadores (PT) "vuelva al gobierno y que la democracia se restaure".
Así lo pone de manifiesto el partido morado en un comunicado, en el que exige al Gobierno español que, a través de medidas diplomáticas, "presione" al Ejecutivo brasileño de Michel Temer "para que las libertades democráticas y los derechos humanos estén plenamente asegurados en Brasil de aquí hasta las elecciones de este otoño".
"Esta situación es muy preocupante en un país del tamaño y la relevancia política de Brasil, en un contexto regional donde las violaciones de los Derechos Humanos y el autoritarismo no para de crecer", avisa Podemos.
En concreto, el partido de Pablo Iglesias denuncia "la vergonzosa persecución judicial" que, a su juicio, se inició en 2015 contra el expresidente, "con el objetivo último de evitar la participación de Lula en las elecciones presidenciales de este otoño que, según todas las encuestas, ganaría con facilidad".
Izquierda Unida ha rechazado hoy la decisión judicial de encarcelar al expresidente brasileño Lula da Silva y ha denunciado lo que considera "un golpe político y judicial" para evitar su vitoria electoral.
En un comunicado, IU afirma que la decisión judicial "obedece exclusivamente a razones políticas" y señala que "se está cometiendo un atropello de los derechos políticos de uno de los más importantes dirigentes de la izquierda latinoamericana y mundial al impedir su candidatura y, con ello, una victoria electoral de la izquierda".
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