Poco después de conocer la decisión del tribunal y ante una plaza abarrotada por miles de simpatizantes en Sao Paulo, Luiz Inácio Lula da Silva dijo que "todo lo hacen para evitar que yo pueda ser candidato, ni ganar, solo ser candidato. Pero la provocación es tan grande que ahora quiero ser candidato a presidente de la República".
La decisión deja en manos del Tribunal Electoral una posible candidatura de Lula da Silva a los comicios presidenciales de octubre, dado que la legislación brasileña inhabilita electoralmente a condenados en segunda instancia. La Justicia le acusa de haber recibido un apartamento en la playa como soborno de la constructora OAS a cambio de beneficiar a la empresa con contratos de la petrolera estatal Petrobras.
"Si cometí un delito que me lo presenten, y si me lo presentan, desisto de la candidatura", insistió Lula durante el mitin, en el que se repitieron las consignas de "Lula presidente" y "Elección sin Lula es fraude". "La decisión hasta la respeto, lo que no acepto es la mentira por la que ellos tomaron la decisión. Saben que no cometí el delito", afirmó. "Estoy condenado otra vez por un apartamento que no tengo, que no es mío. Si me condenan, que me den por lo menos el apartamento. Que me den una escritura", insistió.
"Quiero que no bajen la cabeza. Nada de decir pobre Lula. Levanten la cabeza", dijo el expresidente (2003-2010), convencido de que la izquierda se unirá y "vamos a volver, no solo a gobernar, sino a cuidar del pueblo brasileño como se merece". "Solo me van a sacar de la lucha cuando muera", reiteró Lula, que estuvo arropado, entre otros, por el líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo, Guillherme Boulos, quien convocó a los simpatizantes de izquierda a tomar las calles.
"Cuando cierran la puerta a la democracia, llevan al pueblo a la radicalización. La respuesta va a ser en la calle, acabó el tiempo de la obediencia", advirtió el líder del movimiento social más activo de Brasil.
La sentencia dictada contra el expresidente no implica su ingreso en prisión, que sólo se produciría si la Justicia mantuviera la condena una vez agotadas todas las apelaciones, que podrían llegar al Tribunal Supremo. Lula afronta otras seis causas en la Justicia, en su mayoría por temas relacionados con corrupción.