Venezuela entre dos votaciones: referéndum de la oposición y "simulacro" constituyente

La oposición venezolana convocó a los venezolanos a expresar este domingo su rechazo al proceso constituyente impulsado por Nicolás Maduro a través de una "consulta popular" que muchos han catalogado de referéndum. Por su parte, en una clara provocación, el chavismo también pidió a sus seguidores a acudir a un simulacro para preparar las elecciones para la Asamblea Constituyente del próximo 30 de julio.

Dada esta "coincidencia" provocada por el chavismo, los opositores han responsabilizado al Gobierno de cualquier acto de enfrentamiento que se pueda generar durante ese día.

De hecho, Maduro ya se encargó de atacar este proceso opositor en los últimos días y este mismo sábado dijo que el referéndum es una "consulta interna" entre los partidos de "la derecha". Declaró que "han convocado una consulta interna de los partidos de la oposición con sus propios mecanismos, sin cuadernos electorales, sin captahuellas, sin auditorías". También se refirió al simulacro oficialista: "Llamo a todos los venezolanos de bien a participar en el proceso de simulacro electoral, como siempre se ha hecho, para ver cómo funcionan las máquinas el captahuellas, para ver cuáles son los candidatos e informarse mejor".

Llegan cinco expresidentes

Los expresidentes Vicente Fox (México), Andrés Pastrana (Colombia), Jorge Quiroga (Bolivia) Laura Chinchilla y Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica) llegaron este sábado a Venezuela para estar presentes en la consulta impulsada por la oposición.

En relación a la consulta, que está avalada por el Parlamento pero no cuenta con el reconocimiento del Poder Electoral y ha sido calificado de ilegal por Maduro, Pastrana dijo que "hemos venido diciendo que mientras el Gobierno usa las armas, la violencia, la oposición usa la democracia" y pidió que "sea el pueblo venezolano" a través del referendo "el que decida" si quiere el proceso constituyente.

La presencia de estas personalidades supone un respaldo al referendo y ha sido celebrada por los dirigentes de la oposición, que buscan dar la mayor institucionalidad posible a una votación que ha sido calificada por el antichavismo como su "mayor acto de desobediencia civil" contra Maduro.