Más de 24 horas después del cierre de las mesas electorales, Ecuador aún no conoce el resultado oficial de las elecciones generales. Para agravar aún más la situación, el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció que tardará hasta tres días para presentar los resultados definitivos y además, el propio presidente Rafael Correa ha intervenido en el proceso asegurando que "hay que contar voto a voto". Esto ha provocado que la incertidumbre crezca aún más y que algunas voces comiencen a sospechar de una manipulación de los resultados.
Según el presidente del CNE, Juan Pablo Pozo, el 12,22% de las actas que aún faltan por contar en el cómputo de votos presentan "inconsistencias". Dijo que un 5,49% de las actas presenta irregularidades numéricas, es decir diferencias entre el número de votantes y el de sufragios registrados, un 1,45% es ilegible, un 2,43% está "en procesamiento por mal corte" y un 0,30% no cuenta con firma del presidente o del secretario de la junta receptora de voto.
Con el escrutinio al 90,6%, el candidato del movimiento oficialista Alianza País (AP), Lenín Moreno, tiene el 39,08% de los votos, mientras que el centroderechista Guillermo Lasso, del Movimiento CREO, cuenta con el 28,41%. La legislación electoral ecuatoriana otorga la victoria al candidato más votado en primera vuelta si supera el 50% o si supera el 40 y aventaja al siguiente más votado en diez puntos. Es decir, Moreno estaría muy cerca de lograr esto último, de ahí a que el propio Rafael Correa haya intervenido en el proceso. El gran problema para el candidato oficialista es que tendría muy difícil ganar en segunda vuelta ante una posible coalición de partidos opositores encabezados por Lasso.
Correa interviene en el proceso
Los seguidores de Moreno se vieron esperanzados por los resultados a pie de urna lanzados por una encuestadora que le daba como ganador en primera vuelta. A medida que fueron llegando los votos, los resultados oficiales confirmaron su victoria pero dejando abierta la posibilidad de una segunda vuelta. Uno de los que no parece aceptar el voto de los ecuatorianos es el propio presidente Correa.
En una clara intervención en el proceso electoral, éste consideró que será necesario "contar voto a voto" aunque también apuntó a través de su cuenta de Twitter que hay que prepararse para "una nueva victoria popular en abril", dejando así abierta la puerta a una segunda vuelta que se celebraría el 2 de abril. Incluso preparó a sus seguidores para "la campaña sucia que ya hicieron los de siempre. La mejor respuesta: la victoria".
...se define en una sola vuelta. Si no, a prepararnos a una nueva victoria popular en abril.
— Rafael Correa (@MashiRafael) February 20, 2017
¿Se imaginan un banquero ministro de Mahuad...
"Huele mal"
Ante esta situación, Guillermo Lasso aseguró que le "huele mal" el retraso de las autoridades electorales: "Huele mal eso. ¿Cómo se van a demorar tres días por un 12%, cuando ayer (por este domingo) en dos horas, o en media hora, ya tenían escrutados un 12%". "Que no jueguen con la voluntad del pueblo ecuatoriano. (...) si juegan saldremos a las calles y que asuman la responsabilidad", apuntó Lasso y añadió: "Imagínense ustedes la sinvergüencería de venirnos a decir que les va a tomar tres días escrutar el 12 por ciento, no señor, eso es, evidentemente, el intento de meterle mano al proceso electoral".
Por su parte, Jaime Nebot, alcalde opositor de Guayaquil dijo que se debe "evitar la mínima posibilidad de que un fraude electoral se consume". Señaló que "este es el momento de defender el pronunciamiento popular de ayer que determinó que habrá segunda vuelta". Añadió que "los rumores de fraude electoral están por doquier, pero el fraude aún no se ha consolidado, ni permitiremos que se consolide".
Tenemos que evitar la mínima posibilidad de que un fraude se consume. ¡Sin democracia y libertad no hay vida!
— Jaime Nebot (@jaimenebotsaadi) February 20, 2017