La primera víctima en ser repatriada fue el tripulante paraguayo Encina Núñez, de 42 años. Por su parte, representantes de los Gobiernos de Brasil y Bolivia ultimaban los preparativos para la repatriación de los demás fallecidos en el accidente, al que sobrevivieron seis personas que continúan ingresadas en diferentes hospitales.
Los muertos son 64 brasileños que viajaban como pasajeros, entre ellos el equipo del Chapecoense y periodistas, así como cinco bolivianos, un venezolano y un paraguayo que formaban parte de la tripulación. El embajador de Brasil en Colombia, Julio Bitelli, aseguró en Medellín que los cadáveres de los ciudadanos brasileños serán repatriados este viernes.
El Instituto de Medicina Legal (IML) de Colombia finalizó en la madrugada de este jueves la identificación de los 71 fallecidos y determinó que las muertes fueron causadas por "politraumatismos óseos y viscerales". "El informe final de todos los procesos de necropsia e identificación de las víctimas del desastre aéreo concluyó hacia las tres de la mañana de hoy", aseguró el director del IML, Carlos Eduardo Valdés.
La canciller colombiana, María Ángela Holguín, que este miércoles estuvo en Medellín acompañando a su homólogo brasileño, José Serra, y visitó a los heridos en los hospitales, se declaró satisfecha con las medidas interinstitucionales llevadas a cabo tras el accidente. "El trabajo ha sido importante, de gran coordinación entre las instituciones. Yo me siento satisfecha, tranquila, con lo que hemos hecho y espero que mañana el Gobierno de Brasil pueda repatriar los cuerpos", manifestó.
Los seis sobrevivientes son los futbolistas brasileños Alan Ruschel, Jackson Follman y Helio Neto; el periodista también brasileño Rafael Henzel, la azafata Ximena Suárez y el técnico de aviación Erwin Tumiri, estos dos últimos de nacionalidad boliviana. Uno de los más delicados es Jackson Follman, portero suplente del Chapecoense, a quien el martes le fue amputada la pierna derecha y, según el parte médico de este jueves, no hubo necesidad de amputarle la izquierda, posibilidad que se temía desde un comienzo dada la gravedad de las lesiones sufridas.
Mientras tanto, las autoridades continúan la investigación de las causas de la tragedia, aunque todo indica que fue causada por falta de combustible del aparato lo que le impidió llegar a la pista de aterrizaje del Aeropuerto José María Córdova. Mientras avanza la investigación, el Gobierno boliviano decidió retirar el permiso de operaciones de Lamia y suspender a las autoridades del sector aeronáutico.