Un día antes de su asistencia a un foro junto a Aznar y Pastrana en Madrid, Álvaro Uribe habla en El Mundo, en una entrevista con Cayetana Álvarez de Toledo, del resultado en el referéndum del acuerdo con las FARC y las consecuencias del "no", que él abanderó. Vuelve a criticar con dureza a su sucesor y discípulo, Juan Manuel Santos: "Abandonó el camino de la paz democrática y se deslizó por la pendiente de la justificación y el premio al terrorismo en nombre de la paz. Y eso lo vamos a pagar todos los colombianos".
Uribe marca distancias respecto a su sucesor y señala que cuando se negocia es "con unas condiciones inamovibles, que no generan daño a la democracia". Durante su mandato, señala, todo se hizo "de acuerdo con la Constitución y la legislación ordinaria", sin "riesgos para la democracia". La situación creada por el proceso liderado por Santos y derrotado en las urnas era, en su opinión, muy distinta: "Llamaron paz a la democracia sometida". Y señala como ejemplos la impunidad, el fortalecimiento de "un modelo marxista-leninista" y el hecho de que no se combatía el narcotráfico. Recuerda que las FARC "son el cártel de coca más grande del mundo".
Uribe, para quien "la amnistía alimenta el terrorismo", habla en la entrevista de la situación actual y las negociaciones tras el No. Describe que ahora se está decidiendo "hasta dónde llegamos". El objetivo es que los nuevos acuerdos "tengan un grado de justicia" aunque admite que "esto no va a quedar bien del todo". "Lo que el Gobierno ha pactado en La Habana es tan grave que nuestras reformas no bastarán para decir claramente: el terrorismo no sale a cuenta (…) Somos conscientes de que la situación del país exigirá hacer concesiones, aceptar cosas que nos disgustan profundamente".
También se refiere a la postura internacional ante el proceso, primero, y ante los resultados de la consulta, después. "Es evidente que algunos aceptan para otros lo que jamás aceptarían para sí mismos". Lanza una advertencia: "La condescendencia con el terrorismo en un lugar del mapa refuerza el terrorismo en todo el mapa". También lamenta algunos de los apoyos al Sí, entre ellos el del Papa o el de Mario Vargas Llosa: "Me produjo una gran tristeza porque lo respetamos como una voz superior de la democracia".
En cuanto a su futuro, descarta volver a la política: su papel será "promover liderazgos nuevos y buenos para Colombia". Y se ríe cuando se le recuerda que uno de los líderes que impulsó fue, precisamente, Santos. "Van surgiendo personas muy capaces. Hay que impulsarlas", sostiene.