En 1974 el Comité Noruego concedió el Nobel de la Paz a Henry Kissinger, secretario de Estado de los EEUU, y al sanguinario líder del Viet Cong, Le Duc Tho (que lo rechazó) por el Acuerdo de París de 1973 destinado a lograr un cese al fuego en la guerra de Vietnam y la retirada de las fuerzas estadounidenses.
En 1994 fueron premiados Simon Peres e Isaac Rabin, por parte de Israel, y el terrorista Yasir Arafat por parte de la OLP por sus "esfuerzos a favor de la paz en Oriente Medio". Hay otros ejemplos similares como en 1993 cuando se galardonó conjuntamente a Nelson Mandela y Ferederik de Klerk por la "democratización" de Sudáfrica.
Por eso resulta más que sorprendente que el Comité reconozca ahora a Juan Manuel Santos por un "acuerdo de paz" y excluya a la otra parte, en este caso el líder de la narcoguerrila que negoció con Santos en La Habana, con los sátrapas hermanos Castro como mediadores, Rodrigo Londoño, alias Timochenko.
De hecho, el criminal de las FARC formaba parte de la misma candidatura que Santos. ¿Estaba ya encargado y pagado el premio antes del referéndum en el que los colombianos dijeron no en referéndum y el Comité se echó atrás? Podría decirse que el Comité tuvo reparos éticos en premiar a un terrorista, pero viendo la nada edificante lista del siniestro club de los Nobel de la paz no parece que sea esa la razón.
Y, entonces, si sólo una de las partes, en un supuesto acuerdo de paz entre dos partes enfrentadas, merece el reconocimiento ¿cómo puede ser un buen acuerdo? ¿Considera el Comité que Santos hizo más esfuerzos, por tanto más cesiones, que los narcoterroristas? Y, de ser así, ¿el comité Noruego está avalando y premiando que un Estado democrático se rinda ante una banda criminal dedicada al asesinato masivo, el secuestro, la extorsión y el narcotráfico?