Los indicios señalan que el chavismo no tiene entre sus prioridades iniciar un diálogo con la oposición y al mismo tiempo busca alargar los plazos del referendo revocatorio que ya cientos de miles de personas han pedido en los últimos días en las calles de diferentes ciudades de Venezuela.
Para que este diálogo logre concretarse, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) decidió nombrar hace unos meses como mediadores a José Luis Rodríguez Zapatero y a los exmandatarios de la República Dominicana, Leonel Fernández, y de Panamá, Martín Torrijos. Estos estuvieron este fin de semana en Caracas.
En declaraciones a EFE, Rodríguez Zapatero consideró que en la reunión que mantuvo el sábado con Nicolás Maduro se impulsó el diálogo nacional entre el gobierno y la oposición y la calificó de "positiva". Además, destacó que supuso un "impulso al diálogo nacional que es el camino a la reconciliación". Para ayudar en la promoción de ese diálogo, el secretario general de Unasur, Ernesto Samper, llegará también a Venezuela en los próximos días.
La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, dio cuenta el sábado del encuentro entre Zapatero y Maduro en el Palacio de Miraflores al difundir unas fotografías del mismo acompañadas del mensaje: "Semana fructífera y constructiva para el diálogo y La Paz en Venezuela!!!! El amor por la Patria vencerá".
La oposición venezolana ha expresado diferentes opiniones sobre las gestiones del español y algunos se mantienen reacios a confiar en un proceso promovido por el Gobierno. El martes pasado el gobernador del céntrico estado Miranda y dos veces candidato presidencial, Henrique Capriles, pidió a Rodríguez Zapatero explicaciones sobre sus viajes a Venezuela. En el mes de julio, el periodista Leopoldo Castillo señaló que "Zapatero se está convirtiendo en el canciller de Maduro".