La Policía Federal de Brasil ha desarticulado en las últimas horas una célula yihadista que tendría como objetivo cometer diversos atentados terroristas durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que comienzan en apenas 15 días y que concluirán el próximo 21 de agosto. Según informaciones del diario local O Globo, el número de detenidos en estos momentos sería de al menos diez personas.
La operación ha tenido lugar en las ciudades de Sao Paulo y Paraná y, entre los arrestados, figura al menos un menor de edad. Las fuentes consultadas por el diario brasileño apuntan que esta célula habría sido reclutada a través de Internet por el grupo terrorista Estado Islámico.
El ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, ha explicado que "se trata de una supuesta célula terrorista, una primera célula, que pasó de mensajes sospechosos por internet a actos preparatorios de un supuesto atentado". "Era una célula absolutamente aficionada, desorganizada", pero que no dejaba ser de una "amenaza", "ninguna fuerza de seguridad seria puede ignorar ese asunto" por la aparente falta de coordinación del grupo.
De Moraes ha dicho que los detenidos, todos brasileños y entre quienes figura un menor de edad, "no tenían contacto personal entre ellos", pero se comunicaban a través de redes sociales como Whatsapp y Telegram, y llegaron a entablar comunicación directa con Estado Islámico por esos mismos medios. "Algunos tuvieron al menos un contacto con el Estado Islámico para una especie de bautismo, para un juramento de lealtad ", ha indicado.
Uno de los detenidos, incluso, pretendía viajar al exterior para "hacer un contacto personal" con miembros de ese grupo terrorista, pero finalmente no lo hizo pues "no tenía condiciones financieras", ha dicho. También ha afirmado que las autoridades también comprobaron que el grupo había establecido negociaciones vía internet con vendedores de armas clandestinos que operan en Paraguay con la intención de obtener al menos un fusil AK 47. No obstante, ha aclarado que "no hay confirmación de que lo hayan logrado".
De Moraes ha explicado que los miembros de ese grupo eran vigilados desde hace algunas semanas, debido a que intercambiaban mensajes y vídeos en los que exaltaban Estado Islámico, y que el control aumentó después de que hubo contactos directos con esa organización terrorista. La detención fue ordenada una vez que, en sus mensajes, los miembros del grupo acordaron comenzar "entrenamientos en artes marciales y tiro", lo cual fue interpretado por las autoridades como una amenaza real y el inicio de "preparativos" de un posible acto terrorista durante los Juegos Olímpicos.