Albert Rivera señaló que "hay un problema, que es que el Gobierno de Venezuela no quiere diálogo". El político aseguró que aunque "parece que sea la oposición que no quiere diálogo, el que no quiere dialogar en Venezuela es el Gobierno, que quiere expulsar incluso a los diputados que venimos a buscar ayudas y soluciones", dijo.
El español, además, intentó, sin éxito, visitar a los opositores Daniel Ceballos, Antonio Ledezma y Leopoldo López, todos acusados de distintos delitos contra el Gobierno, los dos primeros bajo arresto domiciliario, y el último en una prisión militar desde donde ofreció estas declaraciones.
Lo dicho por Rivera se da en un momento en el que tanto los opositores como el gobierno chavista han expresado su "voluntad" para un diálogo promovido, entre otros, por el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero. Indicó que si el Gobierno quiere "permitir al pueblo venezolano que escoja el futuro y establecer un mecanismo de diálogo y que la comunidad internacional pueda echar un cable, pueda ayudar, pueda arrimar el hombro, entonces sí". Pero, dijo, "si simplemente quieren ganar tiempo, que no cuenten con nosotros".
Rivera, que no ha sido recibido por ninguna autoridad del Ejecutivo, desestimó los calificativos de las autoridades que se refieren a él como un "oligarca", término usado por el chavismo para referirse a sus opositores, y que el presidente de Ciudadanos consideró "obsoleto". En este contexto, Rivera respondió a las críticas hechas en el marco de su visita asegurando que no vino "a hacer polémica", y que el enemigo del país sudamericano no es la "oligarquía", "el enemigo de Venezuela es el hambre", dijo.
Además, señaló que se marcha "sin que quieran diálogo, sin haber querido ni siquiera tender la mano y tender puentes". "Les vuelvo a invitar a que lo hagan, pero eso sí, un diálogo con condiciones, un diálogo con dignidad y que respete a todos los ciudadanos por igual", aseveró.