Dilma Rousseff, apartada temporalmente de su cargo como presidenta de Brasil, reiteró tras la votación del Senado que se trata de un "golpe" contra ella, una tesis que ha venido esgrimiendo durante las últimas semanas.
"Es un golpe", lamentó la mandataria en su perfil oficial de Facebook. Rousseff difundió a través de las redes sociales algunos de los alegatos expuestos frente a los senadores por el abogado general de la unión, José Eduardo Cardozo, que tomó la palabra en nombre del Gobierno. Según Cardozo, se ha perseguido a una mujer "honesta e inocente" con una "injusticia histórica".
Mantendrá algunos beneficios
Rousseff tendrá derecho a usar la residencia presidencial y a otras prerrogativas, como el salario y un equipo de seguridad, mientras permanezca apartada del cargo. Esto consta en la notificación del Senado: "Durante el período (de suspensión) mantendrá las prerrogativas del cargo relativas al uso de la residencia oficial, la seguridad personal, la asistencia de salud, el transporte aéreo y terrestre, la remuneración y el equipo al servicio del Gabinete Personal de la Presidencia".
La dirigente del ahora opositor Partido de los Trabajadores (PT) ya inició este miércoles, antes de que el Senado la separase del cargo, el transporte de sus pertenencias particulares desde el Palacio de Planalto, la sede del Gobierno, hasta el Palacio de la Alvorada, la residencia particular de los gobernantes. Una de las prerrogativas le permite a la presidenta suspendida usar aviones de la Fuerza Aérea Brasileña para sus viajes.