"Días hábiles". Esa parece ser la clave en Venezuela para que el proceso revocatorio tenga los efectos que quiere la oposición representada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Hace sólo unos días, el líder opositor Henrique Capriles dijo que si el revocatorio no se celebra este año, "no tiene sentido. O es este año o no hay revocatorio".
Lo que quiere la oposición es que este referendo revocatorio contra Nicolás Maduro se haga este mismo año para que el Consejo Nacional Electoral (CNE), muy cercano al chavismo, se vea obligado a convocar a elecciones. Sin embargo, si se celebra en 2017 –la fecha límite es el 10 de enero de ese año– Maduro sería reemplazado hasta 2019, es decir al final de su periodo, por su vicepresidente que hoy es Aristóbulo Istúriz.
Uno de los principales problemas de la oposición era la negativa del CNE de entregarles los documentos y las planillas para comenzar a recabar firmas de los ciudadanos. Apenas un día antes de que la oposición encabezara marchas en todo el país para exigir estos documentos, el CNE decidió entregarlos.
Ahora, con el inicio este miércoles del proceso, la oposición tiene, según la norma, "30 días continuos para entregar las firmas" aunque Capriles ya dijo que no necesitarán tantos días y que estas serían recolectadas en mucho menos tiempo. A partir de ahí es cuando el CNE comienza a trabajar en algunos casos con "días continuos", es decir días calendario, y también con "días hábiles" es decir, laborables. Con la nueva disposición de Maduro de acortar las labores del sector público, supuestamente para ahorrar energía, una semana tiene ahora apenas dos "días hábiles", es decir que cinco "días hábiles" –una semana normal– se cubren gracias al chavismo en dos semanas y media.
Los pasos que siguen es que el CNE debe pasar por el proceso de verificación de las firmas y huellas en 15 días continuos y después validarlas en otros cinco días. Cuando lo haga, tendrá 15 "días hábiles" (que se convierten en siete semanas y media) para definir el proceso de recolección del 20% de firmas de votantes (equivalente a 3.900.822 personas). El problema es que sólo tendrá tres días para hacerlo. Ahí el CNE vuelve a verificar y contar las firmas, y en los siguientes tres días señala cuándo se realizará el referéndum revocatorio, que deberá ser dentro de los siguientes 90 días.
Todo depende ahora de cuán rápido sea todo el proceso y sobre todo si las autoridades electorales venezolanas hacen su trabajo. Sin embargo, su proximidad con el régimen chavista podría retrasar algunos de los pasos. Otro aspecto que no se ha tomado en cuenta aún es la participación que podría tener en algún momento el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que desde que se instaló el nuevo Parlamento de mayoría chavista ha dificultado la labor legislativa bloqueando varias de sus decisiones.