Ante los delegados del Partido Comunista de Cuba (PCC), que se reunieron cuatro días de cónclave para fijar la "hoja de ruta" hacia 2021, el dictador de 89 años dijo que "tal vez sea de las últimas veces que hable en esta sala".
Fidel Castro centró sus palabras en la vigencia del comunismo, pese al "esfuerzo sobrehumano que constituye dirigir cualquier país en tiempos de crisis", sin los cuales "los cambios serían imposibles". "Pronto deberé cumplir 90 años, nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo, fue capricho del azar. Pronto seré ya como todos los demás –a todos nos llegará nuestro turno–, pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos", apuntó.
Por esa razón, exhortó a los comunistas cubanos a transmitir al mundo y a América Latina que "el pueblo cubano vencerá" e indicó a los mil delegados del congreso que ése es "el honor más grande que han recibido en la vida", a lo que "se suma el privilegio de ser revolucionarios". "¿Por qué me hice socialista, más claramente, por qué me convertí en comunista? Esa palabra que expresa el concepto más distorsionado y calumniado de la historia por parte de aquellos que tuvieron el privilegio de explotar a los pobres, despojados desde que fueron privados de todos los bienes materiales que proveen el trabajo, el talento y la energía humana", aseveró.
Castro destacó que este legado ideológico servirá "como prueba de que en este planeta, si se trabaja con fervor y dignidad, se pueden producir los bienes materiales y culturales que los seres humanos necesitan". "Y debemos luchar sin tregua para obtenerlos", instó.