La situación en Ecuador es de extrema gravedad y aunque por el momento la cifra oficial de muertos ya llega a los 350, se teme que esta pueda seguir en aumento mientras los equipos de rescate ecuatorianos y extranjeros llegan a las localidades más afectadas en el norte del país y buscan entre los escombros de casas y edificios.
Fue el ministro de Seguridad, César Navas, el que dio nuevos datos sobre las víctimas: "Durante toda la noche hemos continuado las tareas de búsqueda y rescate y de evacuación de las personas que han quedado atrapadas. Tenemos lamentablemente que informar que tenemos 350 personas fallecidas".
Mientras tanto, más de 2.000 personas están heridas y, aunque el Gobierno no ha querido dar a conocer el número de desaparecidos, sí ha admitido que existe una lista con dicha información: "Seguramente, el número (de víctimas mortales) aumentará y posiblemente en forma considerable. Todavía hay muchísimos cadáveres entre los escombros", declaró el mandatario Rafael Correa desde Portoviejo, una de las localidades más golpeadas. A pesar de todo, aseguró que se estaba dando prioridad a la búsqueda de supervivientes. "Hay señales de vida en muchos de los escombros", sostuvo.
Pedernales, una zona de construcciones rústicas y pequeños hoteles a la vera del mar, es la ciudad más cercana al epicentro. En ella, todas las viviendas que no han sido destruidas han sufrido algún tipo de daño. Entretanto, otros muchos sobrevivientes de las zonas más afectadas han optado por permanecer en las calles, preocupados por las réplicas del terremoto, que ya ascienden a 230.
Cerca de medio millar de expertos de nueve países ayudan a Ecuador en las tareas de rescate de víctimas. El ministro de Exteriores, Guillaume Long, detalló en su cuenta de twitter que la ayuda internacional comprende, entre otros, rescatistas de Venezuela (48), Colombia (50), Perú (35), México (120), Cuba (25), Bolivia (50), Chile (49 bomberos), tres expertos de Suiza y 80 de España.