Los parlamentarios del kirchnerismo se acostumbraron a convertir al Congreso argentino en una especie de campo de fútbol. En los últimos años siempre llevaron a sus seguidores para agitar las sesiones y apoyar con gritos y cánticos los discursos de los miembros de su partido y también de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Esa puesta en escena del gobierno era bastante común también en otras actividades.
Algo parecido intentaron hacer este martes durante el discurso de Mauricio Macri en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso. Los kirchneristas –que habían llevado numerosos carteles de protesta que colocaron en sus lugares– interrumpieron en varias oportunidades al nuevo presidente y éste se vio obligado a dejar de hablar. Después de que Gabriela Michetti, vicepresidenta del país, pidiera respeto, Macri respondió de una manera contundente: "Hay que respetar el voto democrático, señores, hay que respetar el voto de la democracia", algo que fue aplaudido con entusiasmo por los legisladores de su partido.
Durante su discurso, el presidente dijo que cuando llegó al poder el pasado 10 de diciembre, se encontró un Estado "plagado de clientelismo, de despilfarro y corrupción". "La corrupción no debe, no puede quedar impune. Debemos darle todas las herramientas al poder judicial para que trabaje en forma independiente pero con tiempos veloces. También fortaleceremos la oficina anticorrupción, que encontramos desmantelada", aseguró.
Sobre el narcotráfico
También apuntó que "Argentina es un país próspero para los narcotraficantes" y por eso pidió a la Justicia que investigue si el avance del narcotráfico en los últimos años se debe a la incompetencia o a la complicidad del anterior Gobierno: "Somos un país que recibe droga, la transforma, la vende internamente y la exporta".
Durante su campaña electoral y desde que comenzó su gestión, Macri siempre ha repetido que uno de sus principales objetivos es la lucha contra el narcotráfico. Por eso denunció que las redes de tráfico de drogas no han tenido problemas en trabajar ya que las fronteras "están virtualmente indefensas". Apuntó que "todo nuestro sistema de defensa está desatendido, con aviones que no vuelan, unos pocos barcos que funcionan y escasez de equipamiento en todas las fuerzas armadas. Será tarea de la Justicia investigar si esta situación fue fruto de la desidia, de la incompetencia o de la complicidad ".