Un gobernador opositor pide diálogo en Venezuela para evitar una "guerra civil"

En una entrevista a la cadena Globovisión, Henri Falcón señaló que el momento en Venezuela no es fácil y por lo tanto es preciso dar pasos para evitar mayores conflictos: "No podemos entrar ahora a filosofar, en aquellos sueños del romanticismo a decir cosas que si la inflación es producto de esto, y la retórica política se imponga sobre la práctica necesaria".

El gobernador del estado Lara, uno de los tres de la oposición que fueron elegidos en las elecciones regionales de 2012, dijo que "el diálogo necesario hoy responde a esa crisis agobiante, preocupante y desafiante que nos pone en el camino una serie de escenarios de inestabilidad social que deben llamarnos a la reflexión y que, de alguna manera, debemos ubicarnos en el espejo de otros países".

Falcón quiso dejar claro que la oposición "no ha tenido respuestas contundentes por parte del Gobierno" e insistió en la necesidad de que todas las partes empiecen un diálogo en favor del país: "O dialogamos o aquí podemos ir a una guerra civil. Nosotros apostamos al encuentro, la reconciliación y la paz. Peligra la gobernabilidad de la República, y pudiera generarse violencia en la calle".

También se refirió a las últimas decisiones del Gobierno para buscar salidas a la enorme crisis que sufre el país. Por el momento el régimen de Nicolás Maduro sólo ha declarado el "estado de emergencia económica". Falcón cree que "algunas veces son ilusos, no se dan cuenta de lo que tienen por delante, algunos funcionarios son irreflexivos, reacios a rectificar frente a lo que reclama la mayoría de la población". Por eso señaló que lo señalado de Luis Salas, vicepresidente de Economía "no se corresponden para nada con la situación de crisis que tenemos en el país. Aquí no se puede seguir actuando con complejos ideológicos".

Además, indicó que el nuevo presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, como dirigente político de oposición, "ha tenido unas posturas muy sensatas". Por su parte, criticó que algunos miembros del Gobierno se muestren "reacios a rectificar" en determinadas cuestiones. Añadió que "aquí no se trata de un tema de coincidencia con el Gobierno (...) más allá de las posturas políticas, lo prioritario aquí es la economía, lo político es subalterno, es secundario" y subrayó que "radicalizarse es condenar al país".