Este domingo Argentina celebra elecciones presidenciales y unos 32 millones de votantes están llamados a las urnas para elegir a un nuevo gobernante con la gran novedad de que ninguno de los candidatos firma parte de la familia Kirchner, un apellido presente en la jefatura del Estado en los últimos 12 años. Además de la presidencia, también se elegirá a un vicepresidente, a la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado.
Los colegios electorales cerrarán a las 6 de la tarde hora local, es decir 10 de la noche en España, pero el Ejecutivo, a cargo del escrutinio provisional, prevé que los primeros resultados comenzarán a difundirse bien entrada la noche.
Daniel Scioli, el oficialista
La imposibilidad de que Cristina Fernández de Kirchner se presentase una tercera vez obligó a la coalición Frente para la Victoria a designar como candidato a Daniel Scioli, de 58 años.
Scioli se inició en política cuando ya era una personalidad conocida gracias a su participación en actividades deportivas. Fue ocho veces campeón del mundo de motonaútica en las décadas de 1980 y 1990. En 1989, en un grave accidente perdió el brazo derecho.
Desde que llegó al mundo de la política, siempre estuvo ligado al Partido Justicialista (peronista). Su primera aparición fue en 1997, por invitación del presidente Carlos Saúl Menem (1989-1999); fue elegido diputado por Buenos Aires. Cinco años después, en 2002, dejó su lugar en el Congreso para desempeñarse como secretario de Deportes y Turismo en el Gobierno de Eduardo Duhalde (2002-2003). Posteriormente fue incluido como vicepresidente en la fórmula de Néstor Kirchner. En 2007 fue elegido gobernador de la provincia de Buenos Aires, cargo que ha mantenido hasta la actualidad.
Pese a que comenzó su campaña con ciertas dudas, Scioli logró avanzar en las encuestas y colocarse hace ya algunos meses al frente de la intención de voto por delante de su principal rival, Mauricio Macri. Aunque tienen muy poco que ver políticamente, en lo que sí están de acuerdo ambos es en materia de preferencias futbolísticas: los dos son hinchas de Boca Juniors, club que fue presidido por el propio Macri.
Mauricio Macri, de La Bambonera a la Rosada
Después de 14 años de peronismo, 12 de ellos con los Kirchner, la oposición ha depositado todas sus esperanzas en la figura de Mauricio Macri. Empresario de éxito de 56 años, su nombre se hizo conocido a nivel mundial cuando tomó las riendas de Boca Juniors (1995-2007). Pero en la Argentina ya era sobradamente conocido, especialmente luego de ser objeto de un secuestro en 1991. Recuperó la libertad 12 días después tras un pago de seis millones de dólares, según cuentan las crónicas periodísticas de la época.
Su intención de formar parte de la oposición se materializó en 2003, cuando fundó Compromiso para el Cambio y logró un gran resultado en las elecciones por la jefatura de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Aunque ganó en primera vuelta al candidato oficialista, no logró hacerlo en el ballotage.
En 2005 creó la alianza electoral Propuesta Republicana (más conocida como PRO) tras llegar a un acuerdo con el liberal Ricardo López Murphy, presidente de Recrear para el Crecimiento. Ese mismo año fue elegido diputado nacional por el distrito de la Ciudad de Buenos Aires y dos años después venció a intendente capitalino, cargo que revalidó en las elecciones de 2011.
Su postulación como candidato presidencial comenzó con gran fuerza, en especial después de que el PRO fraguara una alianza con la Unión Cívica Radical, veterana formación antiperonista.
En junio de este año, el frente opositor tomó el nombre de Cambiemos.
Sergio Massa, el exkirchnerista
Sergio Massa es el más joven (43 años) de los tres principales favoritos a estas elecciones argentinas. Sus primeros pasos en política los dio en las juventudes del partido liberal de la Unión de Centro Democrático. Sin embargo, fue a parar a las filas del Partido Justicialista por su simpatía por el presidente Carlos Saúl Menem (1989-1999).
Massa tuvo un paso por el Ministerio de Desarrollo Social antes de ser nombrado al frente de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), cargo que mantuvo hasta 2007, y razón por la que renunció a su escaño de diputado logrado en las legislativas de 2005. A finales de 2007 estuvo al frente del Ayuntamiento de Tigre, una localidad de la provincia de Buenos Aires, hasta el año 2013. En ese periodo de 6 años, hizo un paréntesis para ocupar la jefatura de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner (2008-2009).
Las elecciones legislativas de 2009 marcaron su ruptura con el kirchnerismo pese que fue convocado para formar parte de la lista del Frente para la Victoria y lograr un escaño que tampoco asumió. Volvió al Ayuntamiento de Tigre tras ser reemplazado como jefe del Gabinete de la presidenta por Aníbal Fernández. Al dejar su cargo municipal, Massa fue elegido diputado en las legislativas de 2013 por el Frente Renovador, una coalición que él mismo fundó, de orientación peronista pero alejada del oficialismo.
En estas elecciones presidenciales de 2015 será candidato por Unidos por una Nueva Alternativa, un grupo de partidos en el que también se incluye a Unión por Córdoba, a su vez una coalición de centroderecha de esa provincia argentina.