Según el director de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) de Chile, Ricardo Toro, además de los 11 fallecidos hay también otros nueve heridos, todos ellos fuera de peligro. La última víctima mortal es un pescador de la caleta de Coquimbo.
El número de damnificados asciende a 610 personas, en tanto que 179 viviendas quedaron totalmente destruidas, 175 sufrieron daños graves y 288, daños menores, agregó el responsable de la Onemi. El terremoto, que afectó especialmente a la región de Coquimbo, unos 300 kilómetros al norte de Santiago, dejó a 87.653 personas sin suministro eléctrico y otras 9.070 sin agua potable.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, que este jueves se desplazó a la zona de la catástrofe para evaluar los daños sobre el terreno, señaló que "los albergues están para apoyar a todas las personas". "Todavía hay réplicas, la gente tiene que saber qué pasa ante una réplica, qué hacer, qué no hacer, cómo tratar de tener tranquilidad dentro de la angustia que se genera", señaló Bachelet, según declaraciones recogidas por Radio Cooperativa.
Ricardo Toro destacó la rapidez con la que el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada y el Centro Sismológico Nacional dieron la alerta de tsunami, lo que permitió la rápida evacuación de las localidades del litoral chileno, de más de 4.000 kilómetros de longitud.