Tras la conclusión de la junta médica que analizó los detalles forenses, la fiscal encargada de la causa, Viviana Fein, espera el resultado del informe tecnológico para avanzar en el caso, pues, tras más de cuatro meses, no se ha podido precisar si se trató de un suicidio –tal como lo sugirió en un inicio el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner– suicidio inducido o asesinato, en medio de fuertes críticas por supuestas irregularidades y fallos.
Según fuentes cercanas al caso consultadas por el diario La Nación, que no las identifica, el ordenador de Nisman registró una entrada en la noche del día 18 de enero, 12 horas después del momento en que se calcula que murió y horas antes del descubrimiento del cadáver, con un tiro en la sien, en su domicilio de Buenos Aires. En ese acceso se introdujeron tres USB y hubo alteraciones en los documentos, hecho ya confirmado por Fein, quien sin embargo recalca que hay que esperar para saber si esos registros fueron locales o si se trató de manipulaciones. Además, según dice La Nación, a primera hora de la mañana del día de su muerte, Nisman se conectó a internet, vio las páginas web de tres diarios, revisó su correo personal y buscó en Google la palabra "psicodelia".
Por otra parte, según fuentes consultadas por el diario Clarín, que tampoco las identifica, los avances preliminares del análisis tecnológico muestran que hubo diez entradas remotas en el ordenador de Nisman para borrar información y cambiar el horario y la fecha del aparato, aunque se investiga cuándo se produjeron los accesos y qué contenido se eliminó. Además, el teléfono del fiscal tenía un virus tipo "troyano", según las fuentes, y del terminal fueron borrados mensajes de texto, conversaciones de la red social whatsapp y llamadas.
El informe de las pericias tecnológicas aún no tiene fecha de entrega, mientras la investigación oficial vuelve a estar en el ojo del huracán después de que el pasado domingo un programa televisivo mostrase un vídeo oficial de la policía en el que se aprecia que los peritos manipularon las pruebas de lugar de la muerte de Nisman.
Transcurridos más de cuatro meses, la investigación por su muerte sigue estancada y hay fuertes divergencias entre la investigación oficial y la encargada por la exmujer de Nisman y querellante en la causa, Sandra Arroyo Salgado. Ella afirma que su exmarido fue asesinado, pero la fiscal Fein mantiene abierta la puerta a un posible suicidio, al afirmar que no existen pruebas concluyentes para descartarlo.