En una comunicación del Ministerio de Exteriores venezolano a la Embajada de España en Caracas, el Ejecutivo de Maduro dijo que "no considera bienvenido" al país a González y advirtió de que "no le prestará apoyo alguno" durante su visita.
Sin embargo, Felipe González señaló que "la actitud negativa del Gobierno venezolano no va a impedir que defienda, por convicción y principios, aquello en lo que creo". Agregó que "tengo muchos años ya, 73. La mitad de mi vida he vivido en una dictadura y la otra mitad, en una democracia. Creo que mi genética está más preparada para soportar la lucha contra una dictadura que la pérdida de una democracia que se convierta en una dictadura". Cuando fue preguntado por la prensa sobre si tenía comprado el billete para viajar el lunes a Caracas, González contestó que sí.
Omar Estacio, abogado de Antonio Ledezma, dijo a EFE que González tiene previsto llegar a Caracas el próximo lunes sobre las 08:30 horas locales (15:00 en España). "Yo sigo adelante con todos los planes que sean posibles. Entonces, si puedo ir, iré y, si no puedo ir, lo retrasaré o iré en otro momento. Yo tengo mi agenda, pero tendré que evaluar la posición del Gobierno", precisó el expresidente del Gobierno.
La decisión de González de defender ad honorem a estos opositores fue desestimada por la autoridades venezolanas y, tras hacerse pública, el exmandatario español fue declarado persona non grata por el Parlamento venezolano.
Durante la entrega de premios, Lilian Tintori, esposa de López, y Mitzy Capriles, esposa de Ledezma, recibieron las palabras de apoyo de diferentes congresistas estadounidenses, como la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y la congresista republicana por Florida, Ileana Ros-Lehtinen, de origen cubano.