En su campaña por seguir atacando a Estados Unidos, Nicolás Maduro pidió ayuda a sus seguidores durante uno de sus numerosos mítines para enviar un mensaje a Barack Obama, quien la semana pasada firmó un decreto en el que califica a Venezuela como una "amenaza extraordinaria" para su país.
Algunos de los chavistas llevaban carteles escritos en castellano con su traducción en inglés para que fueran leídos en Estados Unidos. Maduro tomó unas de esas frases para enviarle un mensaje directo a Obama. Uno de ellos era "No somos una amenaza, somos esperanza". El chavista no la tuvo fácil con la pronunciación del "Venezuela is not a threat, we are hope" y lo intentó con poco éxito: "Venezuela is not a trit, we are jop, joup". Detrás, los que acompañaban al presidente lanzaron una risa. Por si no fuera poco, pidió a sus seguidores que repitieran todos juntos la frase en inglés.
Después quiso seguir con sus exigencias. Intentó traducir el "Obama repeal the executive order" (Obama revoque la orden ejecutiva) y dijo algo parecido a "ripil de sukit order", algo que nuevamente provocó risas, incluso de él mismo. Antes había señalado que "tenemos que lograr que se derogue este decreto, que es una espada en el cuello de la patria, para que el imperialismo, cuando le dé la gana, haga con nuestro país lo que quiera. No, Venezuela le pertenece a los venezolanos, no al imperio gringo".
Esta anécdota recuerda a lo ocurrido en 2005 cuando en uno de sus programas de televisión Hugo Chávez se refería a George W. Bush como "Mister Danger, Mister Danger" ante la risas de todos los que presenciaban esos interminables discursos.