Con los votos de la mayoría afín a Nicolás Maduro y el rechazo de la minoría opositora, la Asamblea Nacional de Venezuela (AN) aprobó en segunda y definitiva discusión la llamada "ley habilitante antiimperialista", que faculta a Maduro a redactar y sancionar leyes sin el concurso previo ni posterior de los diputados.
La delegación de poderes del Legislativo en el Ejecutivo fue decidida tras un debate parlamentario seguido por miles de manifestantes oficialistas en el exterior del parlamento y del palacio presidencial, y tendrá una duración de seis meses desde su publicación en la Gaceta Oficial, presumiblemente este lunes, según informa Efe.
El sucesor de Hugo Chávez no ha adelantado los contenidos de las normas que prevé sancionar, aunque ha dicho que reforzarán el entramado judicial existente para garantizar la soberanía y la paz del país, que considera amenazadas por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Maduro efectuó su petición de recibir poderes legislativos un día después de que Obama declarara el 9 de marzo una "emergencia nacional" en su país tras evaluar que Venezuela se ha convertido en una "amenaza inusual y extraordinaria" para la seguridad estadounidense.
A través de una "Orden Ejecutiva", Obama también identificó y sancionó con el bloqueo de bienes que podrían tener en Estados Unidos a siete altos cargos venezolanos a los que acusa de violar derechos humanos de opositores durante las protestas antigubernamentales en las que ya han sido asesinadas decenas de personas, mientras que muchísimos más opositores han sido detenidos, entre ellos el mismo alcalde de Caracas.
Los diputados opositores que rechazaron dar su voto a favor de la "ley habilitante antiimperialista" advirtieron de que Maduro podrá legislar con ella sobre "lo humano y lo divino", como subrayó uno de ellos en el debate previo a la votación a mano alzada.