Uno de las noticias más importantes de Venezuela el año pasado fue el encarcelamiento del líder opositor Leopoldo López, acusado por el régimen chavista de ser el promotor de las marchas violentas en todo el país, que dejaron más de 40 muertos y cientos de heridos. El delito es el de "incendio y daños, en carácter de determinación, instigación a delinquir y asociación para delinquir", algo que él mismo rechazó desde el principio a través de pruebas que presentó en un vídeo con algunas de sus declaraciones en las que pide expresamente no caer en la violencia.
Aunque se sabe que el juicio comenzó hace meses, pocas informaciones trascienden del mismo, posiblemente porque el chavismo prefiere evitar que sus "argumentos" sean hechos públicos ante su falta de sustento legal. Sin embargo, en los últimos días, una declaración llamó poderosamente la atención, aunque brilló por su ausencia en medios de comunicación: El testimonio de Rosa Amelia Asuaje, invitada por la Fiscalía y una de sus principales pruebas contra del líder del partido Voluntad Popular (VP).
En una entrevista que ofreció al diario Panorama, esta lingüista con 18 años de experiencia –según apunta el diario– hizo algunos apuntes sobre los discursos de López que tuvo que analizar. Panorama dice en la presentación de la entrevista –titulada como "Así se desmontó el discurso de Leopoldo López"– que "durante su comparecencia en tribunales, por más de ocho horas, dejó en claro que el discurso del dirigente de Voluntad Popular es sedicioso e instiga al odio, más allá de que no realizó llamados expresos a la violencia". Con ese argumento, el caso ya no tendría sustento.
Sin embargo, en sus respuestas hay más. La experta afirma que López "no hizo un llamado expreso a la violencia ni dijo que había que salir a las calles a matar, a incendiar las calles, pero tampoco no lo dijo". Más adelante insiste: "No hizo un llamado expreso a la violencia, pero su llamado a la no violencia fue en un contexto que no era pacifico, porque habló de riesgos, de armas, de muertes, de baleados. La violencia no se da de una sola parte, tienes que dar un estímulo". Según ella "los seguidores sienten el enojo, la ira y la indignación de López en todos sus discursos" y por eso "debió ser coherente con esa precisión con la que habló y también ser preciso en las instrucciones que le daba a sus seguidores".
Una contradicción casi concluyente
La prensa publica en estos días que en su comparecencia ante la jueza Susana Barreiros, la experta dijo que López instó a la manifestación pacífica y dentro de los límites de la Constitución. Lo extraño es que, como recuerda el diario El Nacional, en el dictamen que firmó el 3 de abril de 2014, es decir un mes después de que López fuera encarcelado, Asuaje determinó que "el ciudadano Leopoldo López no solo ha proferido un discurso que se identificaría con un mensaje colérico o rabioso, sino que ha transmitido a sus destinatarios sus intereses personales".
Según este diario, y gracias a esta clara contradicción, las acusaciones contra López por incitación a delinquir, así como por daño e incendio en grado de determinador han sido "desarticuladas". Además, en esta comparecencia de varias horas entre el lunes 23 de febrero de 2015 y el miércoles 25, negó que su peritaje incluyera la idea de mensaje subliminal, y aseguró que ello correspondía a una interpretación particular de la Fiscalía. También llegó a alabar a López como orador y señaló que sus palabras configuraron un "metamensaje cargado de ira" que pudo influir en el ánimo de sus seguidores para ejecutar "comportamientos erráticos" que "podrían" –siempre en condicional– conducir a hechos de violencia. El Nacional aclara que la lingüista "no utilizó un espectógrafo de voz o algún instrumento similar para el análisis prosódico de los discursos de López", y por lo tanto se trata de una orientación pero no de algo concluyente.
En un momento de su declaración, y ante estas últimas palabras, la defensa de López le preguntó a Asuaje, habiendo oído varios de los discursos de López, si le entraron ganas de incendiar la sede de la Fiscalía. Como era de esperar, la experta lo negó pero dejó la interrogante en el aire acerca de las intenciones del opositor y el ánimo de sus seguidores.