No es extraño que Nicolás Maduro mencione a diestra y siniestra amenazas constantes contra Venezuela para desestabilizar el país y que apunte además a fuerzas externas como origen de la crisis económica y del bajo precio del petróleo. Lo ha hecho durante meses –imitando así a su mentor Hugo Chávez– y especialmente en su actual gira por varios países para pedir ayuda y financiación. Esto mientras en Venezuela se suceden las largas colas de los ciudadanos para comprar productos de primera necesidad.
Pese a ser designado sucesor por el propio Chávez y posteriormente elegido presidente tras unas cuestionadas elecciones, Maduro nunca logró ser un sólido líder del chavismo. Las protestas estudiantiles que comenzaron en febrero de 2014 reforzaron esta idea con voces disidentes dentro del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Maduro reaccionó meses después anunciando que buscaría infiltrados y traidores dentro el chavismo.
Ya a inicio de 2014, el opositor Henrique Capriles sugirió que algunos sectores del oficialismo buscaban un debilitamiento de Maduro en la presidencia. Muchos apuntaban como principal beneficiario a Diosdado Cabello, actual presidente de la Asamblea Nacional. Para muchos Cabello sigue siendo el hombre fuerte del chavismo, con un fuerte apoyo de las Fuerzas Armadas. Estuvo junto a Chávez en el fallido golpe de Estado el 14 de febrero de 1992 y evitó la cárcel por su rango menor en aquella época.
Ahora estas versiones de un posible golpe de Estado vuelven tras un informe de la firma de inteligencia corporativa Stratfor. En su documento titulado "Guía Analítica: Considerando un Golpe en Venezuela" señala que "durante sus casi dos años en el cargo, Maduro se ha sostenido con una economía nacional cada vez más débil. (...) En este contexto, han surgido informes no confirmados y ninguno claramente fiable de que se estaría planeando un golpe de Estado contra el presidente".
Además, dice que entre los potenciales interesados en apoyar una acción en contra Maduro –hombre civil que nunca ha pertenecido al Ejército– están miembros de las Fuerzas Armadas y los llamados colectivos, grupos paramilitares que funcionan como fuerzas de choque del chavismo. Apunta que la idea es "evitar que Maduro retome el poder una vez que regrese al país", en referencia a su gira a varios países y en la que estuvo acompañado por el ministro de Defensa de Venezuela, el general Vladimir Padrino López. Esto considerando además que la gira ha sido un total fracaso al no lograr acuerdos con ninguno de sus supuestos aliados. Stratfor también menciona que "para hacerle frente a esta presión sobre las finanzas del país, Maduro –según informes– le solicitó a China un préstamo de $16,000 millones durante su visita a ese país. No obstante, dado que Venezuela tiene una capacidad muy limitada de garantizar los nuevos préstamos con producción de petróleo, cualquier adelanto probablemente sería acompañados por términos muy estrictos".
Sumado a esto, los principales líderes de la oposición también ejercen presión. Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma han emitido una declaración conjunta en la que han exigido a Maduro, su dimisión inmediata y han hecho un llamamiento a "las fuerzas democráticas" a "construir una alternativa" para resolver la "crisis nacional". Por su parte, Capriles ha hecho un llamamiento general a la "movilización" para ganar las elecciones parlamentarias de este año y para ello ha pedido a los miembros de la coalición opositora "dejar a un lado las diferencias".