La dictadura cubana sigue arrestando disidentes

Ni el nuevo año ni el reciente establecimiento de relaciones diplomáticas con EEUU han cambiado el comportamiento de la dictadura de los hermanos Castro, que en los últimos días ha detenido en Cuba a varias docenas de disidentes, tras sumar este uno de enero varios arrestos más a los que ya se habían producido el pasado 30 de diciembre.

Entre los arrestados están Antonio González-Rodiles, promotor de un proyecto de debate crítico llamado Estado de SATS, y su pareja Ailer González; así como Agustín López, Adnaloy Rodríguez y Margarita Rodríguez, según confirmó la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) liderada por Elizardo Sánchez.

Según explicó Sánchez a Efe, la mayoría de los detenidos este jueves habían acudido al centro de detenciones conocido como "el Vivac", situado en las afueras de La Habana, para reclamar la liberación de una docena de activistas que se encuentran allí recluidos desde el 30 de diciembre pasado.

Entre 60 y 70 detenidos en unos días

Entre los nuevos arrestados también podría estar la artista Tania Bruguera, quien se presentó en el "Vivac" para pedir a las autoridades la liberación de los activistas que fueron conducidos allí tras intentar participar en la "acción artística" que ella promovió, si bien la CCDHRN dijo que solo tiene confirmación de al menos 18 arrestos en esta jornada y que entre ellos no figura Bruguera. La organización calcula entre 60 y 70 las detenciones de disidentes, periodistas independientes y activistas practicadas desde el martes en la capital cubana. 14ymedio, el diario digital independiente que dirige Yoani Sánchez, sí afirma que Bruguera está entre las detenidas.

Por su parte, Argelia Fernández, la madre de la artista, dijo a Efe que cuando su hija salió este mediodía le manifestó que se dirigía al aeropuerto a recoger una maleta, pero le avisó de que va a pasar esta noche fuera de la casa.

Tania Bruguera fue liberada el miércoles tras su detención el martes acusada de "resistencia e incitación al desorden público" por la performance que convocó en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana consistente en una tribuna pública para que los ciudadanos expresaran libremente sus ideas.

El acto, que fue calificado por las autoridades culturales de la isla como "oportunista" y "provocación política", no se celebró finalmente por el arresto de su promotora.