Este lunes, un grupo de alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa y familiares de los estudiantes que desaparecieron hace 17 días rodearon y bloquearon el acceso a la sede del Gobierno en la capital del estado, Chilpancingo.
Aunque en principio la protesta no registró mayor gravedad ante la falta de policías, por la tarde llegó un grupo de antidisturbios, lo que provocó un enfrentamiento entre estos y los estudiantes, que acabaron entrando en el complejo. Allí permanecieron una media hora, destrozaron numerosas instalaciones e incendiaron uno de los edificios, y después se retiraron de la zona.
Los estudiantes exigen novedades sobre sus 43 compañeros que desaparecieron el pasado 26 de septiembre en la localidad de Iguala, tras una noche de violencia en la que murieron seis personas a manos de policías locales que presuntamente estaban al servicio del cártel Guerreros Unidos. Por este caso hay casi cuarenta detenidos, la mayoría policías, y cerca de una treintena de cuerpos sacados de varias fosas sin identificar.
"Es desesperante y cansado, desgastante y ya sentimos mucho coraje. Saber que ya van casi veinte días y todavía no aparecen", dijo a EFE Manuel, familiar de uno de los jóvenes desaparecidos. Según contó, ya no mantienen ningún tipo de contacto con el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD). "Rompimos el diálogo con él porque no nos da una solución", apuntó y añadió que ahora confían en el fiscal general, Jesús Murillo, del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI). Manuel explicó que a diario los padres, reunidos en la escuela a la espera de pistas sobre el paradero de sus hijos, se organizan para unirse a las tareas de búsqueda de la Policía Federal, "en puntos estratégicos" de esta comunicad.
Este fin de semana se generó una controversia entre Aguirre y la fiscalía mexicana, después de que el primero asegurara que tenía datos que confirmarían que los cuerpos en las fosas no son de los jóvenes, algo que Murillo dijo que todavía no se podía asegurar porque no han terminado de hacer las pruebas.
También este lunes cerca de un centenar de maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg) tomaron el edificio del Congreso estatal para pedir hablar con los diputados sobre las desapariciones. Tras intentar entrar violentamente, los profesores se enfrentaron con policías, quemaron una nave industrial del Congreso y acabaron siendo desalojados. Posteriormente se trasladaron a las casetas de la autopista para continuar con su protesta, esta vez organizando una colecta.
Entre tanto, alumnos de las escuelas normales del estado de Michoacán (dedicadas a la formación de maestros) se apoderaron de 23 autobuses privados desde el jueves pasado para viajar a Guerrero y apoyar las protestas de sus compañeros, confirmaron fuentes de la Cámara Nacional de Autotransporte de Pasaje y Turismo.
En medio de la conmoción por este caso, en el que además 25 personas resultaron heridas, Guerrero fue escenario de otro incidente este fin de semana con estudiantes, después de que un alumno alemán del Tecnológico de Monterrey resultara herido cuando el vehículo en el que viajaba fue atacado por policías del estado. La fiscalía de Guerrero informó que el joven alemán resultó herido por disparos de la policía en un control de carreteras, después de que el vehículo presuntamente no se detuviera cuando se le dio el alto.