Desde que comenzaron las manifestaciones hace ya siete meses, el gobierno chavista se ha empeñado en detener a los estudiantes y opositores para evitar más movilizaciones. Sin embargo, pese a eso y a detenciones tan significativas como las del líder Leopoldo López, el descontento se mantiene y también las protestas.
El pasado viernes, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) detuvo a cerca de 70 personas que participaron en dos marchas antigubernamentales tanto en la localidad de Barquisimeto, a unos 370 kilómetros de la capital, como en un barrio de Caracas. Los manifestantes en esta última ciudad fueron trasladados a la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) para ser interrogados.
Como era de esperar, Nicolás Maduro responsabilizó a la oposición de estar detrás de las protestas y por eso decidió radicalizar su posición en contra de los que protestan: "Así será en todo el país (…) Yo di la orden de capturarlos y están tras de las rejas, este grupito en Barquisimeto. No me va a temblar el pulso para llevar paz y justicia, que es lo que quiere el pueblo". También dijo que "estamos haciendo investigaciones permanentes" para llevar a esos que protestan "tras rejas, ponerlos a las manos de la justicia, donde deben estar".