El grupo de delincuentes atacó este martes un camión blindado de la empresa Brink's que se encontraba en el aeropuerto internacional de Santiago de Chile y se llevó 6.000 millones de pesos (unos 8 millones de euros). Este robo se considera como el mayor golpe de la historia de Chile.
Según el diario La Tercera, el atraco ocurrió cuando un grupo de operarios extraían el dinero del camión blindado para subirlo a un avión que lo llevaría al norte de Chile para después repartirlo por diversos bancos. Los delincuentes habrían actuado encapuchados, vestidos como trabajadores del aeropuerto y armados con fusiles de guerra para intimidar a los trabajadores de la empresa, que no pudieron evitar el atraco.
La empresa había enviado el cargamento con una escolta armada hasta el aeropuerto pero el protocolo de seguridad de la Dirección de Aeronáutica Civil (DGAC), que es quién tiene jurisdicción en la terminal, no permite la entrada de armas en la pista. El fiscal encargado del caso, Luis Pablo Cortés, señaló que es posible que los trabajadores de la empresa Brink's no se encontraran en la zona de carga en el momento del asalto, puesto que los protocolos establecidos por la DGAC detallan la forma de operar allí.
En su versión digital, el diario El Mercurio cuenta que tras conocerse el atraco, la policía no informó a Cortés y que éste se enteró del hecho por la prensa. Esta inusual situación fue confirmada por el Fiscal Nacional Sabas Chahuán: "La Fiscalía no fue informada de la ocurrencia del robo sino que se enteró por los medios de comunicación". Agregó que "claramente hay una omisión de avisarle al fiscal prontamente, pero el fiscal es experimentado y por ello se dispuso inmediatamente las diligencias de rigor".
Tras el atraco, los criminales cargaron las bolsas con el dinero en una camioneta y en un furgón para después huir por diferentes carreteras lanzando clavos doblados, conocidos como "miguelitos", para evitar que la Policía les persiguiera. La DGAC inició una investigación, junto a los efectivos del OS-9 y Carabineros con el objetivo de revisar las cámaras de seguridad y poder determinar la forma en que los delincuentes lograron entrar en una zona altamente restringida. A ellos se sumó un helicóptero de la Policía.
Desde el Gobierno, el vicepresidente de Chile, Rodrigo Peñailillo, aseguró que se trata de una "banda altamente organizada", pero que espera que llegue rápido el resultado de las investigaciones en torno a "este hecho tan grave". Por su parte, el ministro del Interior en funciones, Mahmud Aleuy, calificó de "bochornoso" el robo y aseguró que se realizará un "trabajo serio" para determinar "con nitidez cuáles son los puntos vulnerables de los protocolos actuales" de la seguridad de la terminal.