La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo en un encuentro con diez periodistas deportivos en el Palacio da Alvorada de Brasilia –residencia presidencial– que los principales dirigentes de la FIFA son para ella "un peso en la espalda", según declaraciones recogidas por el diario Folha de São Paulo.
Cuando la presidenta hablaba de la necesidad de ampliar la red de metro de las ciudades brasileñas, los periodistas le preguntaron si esas obras se deben al Mundial de Fútbol, a lo que Rousseff contestó airada: "¡Quiten a Blatter y a Valcke de mi espalda! No tiene nada que ver con el Mundial, son obras para las ciudades", aseguró.
La presidenta se refirió así al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y al secretario general de la entidad, Jerôme Valcke, que en las últimas semanas han intensificado sus críticas al país por los retrasos en las obras de los estadios e infraestructuras planeadas, que deben estar en menos de un mes.
Siguen las protestas
Cuando falta poco menos de un mes para el inicio del Mundial, Brasil sigue sufriendo marchas en las calles en contra del torneo. La última de ella ocurrió este viernes cerca del aeropuerto internacional de Guarulhos, en São Paulo, donde los manifestantes bloquearon una avenida y lanzaron petardos a los agentes de la Policía Militar.
Según la Policía, los participantes en los disturbios saquearon una tienda de fuegos artificiales y lanzaron petardos contra los agentes a los que se les enviaron refuerzos de cuatro batallones de la región, así como helicópteros. Además fue necesaria la participación del Departamento de Bomberos para hacer frente a los incendios causados por los manifestantes, que hicieron barricadas con neumáticos y madera e incendiaron al menos dos vehículos que se encontraban estacionados en la zona.