En su tercer día de visita en Estados Unidos, José Mujica reconoció que los organismos multilaterales del subcontinente como la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) tienen sus "limitaciones", pero son un experimento necesario y "la antesala de una conquista mayor".
En la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington, el uruguayo dijo que su país "estará donde haya que juntarse", porque "el mundo debe luchar por integrarse" y explicó que "la idea es conseguir un sistema de relaciones políticas y sociales fuertes entre nosotros para poder ser algo".
Con la franqueza que le caracteriza dijo que en el mundo "no existen blancos o negros, es un mundo de grises" y es necesario construir alianzas con el objetivo primordial de crear empleos y acabar "liquidando la pobreza". "La naturaleza de Estados Unidos no la vamos a cambiar con gritos histéricos ni lameteando", explicó y recordó que Uruguay como el resto de América vive más interconectada y se debe labrar "la interdependencia para no depender de nadie". En su opinión muchos líderes se mueven "por los titulares de prensa, pero a los pueblos no hay que adularlos, hay que enseñarles a pensar".
"Cuando yo vengo a la Casa Blanca no dejo nada por el camino ni cuando entro ni cuando salgo", afirmó Mujica, quien habló el lunes con el presidente estadounidense, Barack Obama, sobre la apertura del mercado de productos agrarios y otros asuntos como el cierre de la prisión de Guantánamo.
También afirmó que cuando se retire de la política, lo primero que hará será visitar "con tiempo" el pueblo vizcaíno de Múgica, de donde es originaria la familia de su padre, y que solo ha podido ver una vez de manera fugaz. Lo siguiente: "Levantar una escuela de oficio agrario" cerca de su granja para enseñar el trabajo del campo a los más necesitados. Lo último: "Participar en un entierro; el mío", sentenció el gobernante uruguayo.