Hace casi un mes, María Corina Machado vio cómo el presidente de la Asamblea Nacional le quitaba la investidura de diputada por aceptar la representación alterna de Panamá ante la Organización de Estados Americanos (OEA), única fórmula –pese a las maniobras chavistas– que le permitió dejar su testimonio de la situación en Venezuela ante el organismo.
Esta decisión de Diosdado Cabello fue avalada inmediatamente por el Tribunal Supremo que emitió un fallo que confirmaba ese extremo al considerar que Machado había aceptado un cargo que constituía "una actividad incompatible durante la vigencia de su función legislativa en el período para el cual fue electa". El alto tribunal consideró que iba "en franca contradicción con los deberes como venezolana" y "como diputada a la Asamblea Nacional".
Ahora Machado busca dejar constancia de su rechazo a la medida y así este lunes presentó ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) un amparo constitucional contra Cabello: "Los venezolanos sabemos que en Venezuela no hay justicia; sin embargo he venido como lo debemos hacer todos los venezolanos para llevar adelante un trámite que deja un registro de los atropellos que ha cometido este régimen". En declaraciones ante los periodistas a la salida del TSJ, dijo que es "importante que quede evidencia de este atropello y las pruebas que así lo sustentan".
La opositora cree que el objetivo es quitarle su voz ante la Asamblea: "Me quieren callar porque yo soy la voz de ustedes, de los venezolanos que no tienen voz, de estos estudiantes que están hoy detenidos y torturados, de sus madres, de sus amigos, de los empleados públicos. Seguiré en la calle acompañándolos y llevando su voz por el mundo entero, porque es mi deber como su diputada, como venezolana". Por eso dijo que "el señor Cabello, como un diputado más, no tiene potestad alguna para desconocer esa realidad, ese hecho, por lo tanto seguiré trabajando como diputada, trabajando dentro y fuera de país".