Maduro anuncia un diálogo rechazado por parte de la oposición

Nicolás Maduro fue uno de los participantes de la "reunión exploratoria" de este martes con miembros de la oposición y representantes de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y en ella se acordó comenzar una serie de encuentros que podrían iniciar esta misma semana.

Además del presidente, también estuvieron representando al Gobierno el vicepresidente Jorge Arreaza, y el ministro de Exteriores Elías Jaua. Por la oposición, el secretario general de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, el gobernador Henri Falcón y el presidente del partido Un Nuevo Tiempo, Omar Barboza.

Para el chavista, el primer encuentro pone "las bases para un diálogo político franco, cara a cara, directo, respetuoso para lanzarse a un proceso de reconocimiento como actores políticos". Además, dijo que se habló "con gran franqueza y de manera directa, de manera respetuosa también, hubo momentos tensos, como tiene que haber, momentos de tensión, pero hubo acuerdos de iniciar un ciclo de reuniones".

Sin embargo, poco después en su programa "En contacto con Maduro" pareció cambiar su tono y dijo que no habrá "ni negociación ni pacto, aquí lo que hay es un debate, un diálogo, que es diferente a una negociación y a un pacto". Agregó que "sería un traidor si me pongo a negociar la revolución. Es que a mí no me pertenece este poder, le pertenece a la revolución, al pueblo, a la historia. En todo caso a mí me toca administrar este poder para hacer más revolución".

Según anunció, el Vaticano formará parte de los testigos de este proceso aunque hasta este martes por la noche, el presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, Diego Padrón, dijo que el gobierno de no había hecho la solicitud formal para que sirva de mediador y agregó que si las condiciones para un diálogo "no están dadas" habrá que "buscarlas" ya que la paz "será el resultado de un largo camino".

Pero no todos parecen satisfechos con este primer paso. Este martes María Corina Machado dijo que cualquier diálogo debe llevar implícitas una serie de "condiciones", ya que lo contrario supondría "estabilizar la dictadura". Por su parte, el partido Voluntad Popular, cuyo líder, Leopoldo López, sigue preso en una cárcel militar acusado de cuatro delitos, también mostró sus dudas. A través de un comunicado, señala que "nuestra organización no validará ningún diálogo con el régimen mientras siga existiendo represión, encarcelamiento y persecución contra nuestro pueblo" y calificó esta puesta en escena del gobierno como un "show político" destinado para limpiar su imagen de cara al exterior: "No creemos en un diálogo donde el régimen solo plantea un show político utilizando a los cancilleres de la Unasur como interlocutores, pero negándose en todo momento a dar gestos necesarios para poder hablar de diálogo sincero entre las partes en conflicto, que permita una salida viable en bienestar del pueblo venezolano".