Nicolás Maduro ha encontrado un nuevo actor en el panorama mundial para buscar uno de sus acostumbrados enfrentamientos. Esta vez se trata del ministro de Asuntos Exteriores español y sólo por haberse pronunciado acerca de la suspensión de la venta de material antidisturbios por parte de España a Venezuela.
La noticia apareció hace unos días y apuntaba que España había dejado de vender este tipo de material ante la crisis que vive dicho país. Sin embargo, Caracas señaló este domingo a través de un comunicado emitido por el Sistema Bolivariano de Comunicación e Información que "los cuerpos de seguridad del Estado venezolano no poseen ningún contrato vigente de suministros de equipos de seguridad por parte del Gobierno Español o empresas españolas".
Este sábado, José Manuel García-Margallo dijo que la suspensión "es una forma de decir que el clima de violencia debe ser sustituido por un clima de diálogo. Cuando hay una situación de conflicto parece lógico no echar leña al fuego". Además, aclaró que el Gobierno español está dispuesto a ayudar para encontrar una solución: "Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para que haya una reconciliación nacional".
Al chavismo, estas declaraciones no parecen haber caído muy bien. En el mismo comunicado de este domingo –que también fue colgado en la web del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores– señala que el pueblo venezolano y su Gobierno "rechazan categóricamente las infortunadas declaraciones del canciller español" y agrega que su gobierno "no tiene la autoridad moral para aconsejar sobre violencia y diálogo, cuando el mundo ha sido testigo de cómo el Pueblo Español se ha levantado en protesta por las políticas excluyentes y negadoras de los Derechos Humanos y la respuesta de ese gobierno ha sido, la represión contra los manifestantes que no han pretendido derrocar el gobierno español sino reclamar justicia social".
Termina apuntando que "el desacertado canciller español debería recomendar al jefe de su gobierno promover el diálogo con los distintos sectores sociales y nacionales que reclaman justicia en España" y pone como ejemplo a Maduro, quien según el texto "ha convocado el diálogo con todos los venezolanos por medio de la Conferencia Nacional de Paz", un foro rechazado por todo el bloque opositor venezolano.